La tragedia en forma de tormentas y riadas mortales no golpea por primera vez a la comarca de Llevant, que ya sabe lo que es sufrir un episodio catastrófico de fuertes lluvias.

En la memoria colectiva de localidades como Sant Llorenç, Manacor, Felanitx y Campos perdura el recuerdo de lo que sucedió en 1989. Las fuertes inundaciones anegaron la comarca causando cuantiosos daños materiales y, lo que es peor, dejando un escenario trágico.

En Portocolom (Felanitx), tres trabajadores del apartotel El Corso perdieron la vida ahogados en la planta baja del edificio, que se había construido sobre lo que era el cauce de un torrente.

Los registros oficiales de lluvias alcanzaron datos estratosféricos. 203 litros por metro cuadrados en la zona de Sant Salvador; 250 en es Picot, más o menos los mismos que en Manacor y Porto Cristo, donde los pluviómetros rebosaron, 160 litros por metro cuadrado en el núcleo de Felanitx, 148 en Cala Rajada o 143 en sa Ràpita. Sólo un apunte más para hacerse una idea de la magnitud de las precipitaciones: en total, en tres horas, cayó más agua que la media de todo un año.

Las imágenes que desde ayer dominan la primera plana local y nacional son imágenes que ya se vieron hace casi 30 años. Coches que flotaban como tapones de corcho por calles y carreteras; una hormigonera que surcaba las calles como una balsa; lanchas y veleros a los que los torrentes arrancaban de sus amarres; casas anegadas; carreteras cortadas...

Otro daño colateral lo sufrieron en sus carnes los agricultores, ya que la cosecha se perdió. En total, las pérdidas se cifraron entonces en unos 180 millones de euros y el Govern solicitó al Ejecutivo central que pidiese a Madrid que declarara la comarca zona catastrófica para poder acceder a indemnizaciones. Las revistas locales de aquel tiempo hablaron de un "golpe irreparable que traerá malos recuerdos". "El agua se hacía hueco allí donde fuese, dejando fincas inservibles, cosechas y ganados enteros perdidos", se podía leer en un artículo de la revista local 'Ressò', de Campos.

Turista danesa

El otro precedente más cercano en el tiempo a la tragedia que asoló ayer el Llevant de Mallorca, y en especial a Sant Llorenç, tuvo lugar en 2007.

Ese año se registró una víctima mortal como consecuencia de una riada en el término municipal de Puigpunyent.

La víctima fue una turista danesa de 32 años. Viajaba con su familia en su vehículo cuando éste quedó atrapado en la 'torrentera' que se había ocasionado en la carretera como consecuencia de las intensas lluvias, que llegaron a los 100 litros por metro cuadrado en una hora.

La turista murió ahogada, mientras que sus dos acompañantes -su pareja y su hijo pequeño- fueron rescatados por agentes municipales.