El ayuntamiento de Sant Llorenç acaba de lanzar un llamamiento a los vecinos del municipios para que guarden el mayor número de fotos y vídeos de la tragedia para así poder reclamar las pertinentes indemnizaciones, tanto al consorcio de seguros como de las líneas de ayudas públicas que ayer prometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El llamamiento municipal se centra en que se guarden las imágenes de sus enseres personales, tales como daños en las casas, muebles y de forma especial los coches que arrastró la fuerza del agua y que muchos de ellos quedaron del todo inservibles.

A partir de hoy y durante varios días, dos personas especialistas en seguros estarán en el ayuntamiento para asesorar a los vecinos damnificados por las inundaciones. Hay que recordar que el Consorcio de Compensación de Seguros, entidad dependiente del Ministerio de Economía, ya ha anunciado indemnizaciones a todas aquellas personas que tengan una póliza de seguro. En el caso de daños personales, será preciso tener suscrito un seguro de vida o similar. En el de bienes materiales en casas y negocios la póliza suscrita deberá tener cobertura de riesgos naturales, incendio, robo o daños, entre otros.

El apartado más complicado será el de vehículos, ya que se calcula que hay más de 1.000 de afectados por las inundaciones. En este caso, el Consorcio de Seguros advierte que no serán indemnizables los daños a vehículos que únicamente cuenten con una póliza básica de responsabilidad civil, las popularmente conocidas como seguro obligatorio. El resto de pólizas sí podrán ser compensados los daños.

Por otra parte, el Govern acaba de anunciar hace unos minutos que el Consorcio de Compensación de Seguros ha habilitado dos números de teléfono para atender a los afectados de las inundaciones de Sant Llorenç. Los teléfonos son: 90222665 y el 952367042.

De todas formas, las personas que no tangan suscrito un seguro de sus hogares, hoy el Consejo de Ministros, tal y como anunció ayer en Sant Llorenç Pedro Sánchez, aprobará la declaración de zona catastrófica, lo que supone la llegada de ayudas públicas para las pérdidas. Lo que ocurre es que los daños es preciso que los afectados los tengan documentados para que se puedan realizar los pertinentes peritajes y cuantificar la indemnización.