Artur es la prioridad. Los servicios de rescate han localizado esta tarde en la zona de Son Carrió varios objetos que podrían ser de Artur, el niño de seis años que está desaparecido desde el pasado martes. Entre estos objetos recuperados estaría la mochila escolar que llevaba el menor antes de su desaparición al ser arrastrado por la tormenta. Los objetos han sido reconocidos esta tarde por los familiares del menor.
Las labores de rastreo se centran en localizar al niño de seis años desaparecido, cuya madre murió arrastrada por la riada tras poner a salvo a su otra hija. Los equipos de emergencias no descartan que haya más víctimas a las que todavía nadie ha echado de menos.
El niño de seis años desaparecido desde la riada que asoló Sant Llorenç, cuya madre fue hallada muerta ayer, centra los esfuerzos del amplio operativo de búsqueda. Decenas de efectivos terrestres, buzos, perros, helicópteros y barcos rastrean las zonas inundadas y el mar en busca del menor. Tras el hallazgo de los cadáveres de dos personas, probablemente una pareja de alemanes de 61 y 63 años entre Artà y Canyamel, Artur es la única persona oficialmente desaparecida tras el desastre. Los servicios de emergencias temen, sin embargo, que puede haber más víctimas a las que todavía nadie ha echado de menos. Por el momento, son 12 las personas fallecidas.
El niño viajaba junto a su hermana de cinco años y su madre, la farmacéutica de Manacor Joana Lliteras, en un Hyundai negro cuando la crecida del torrente los sorprendió en Sant Llorenç. Estaban en la rotonda de la salida hacia Son Carrió cuando la mujer, alarmada por la gran cantidad de agua, llamó por teléfono a su marido. Le contó lo que estaba ocurriendo, pero la comunicación se cortó de forma abrupta. A Joana le dio tiempo a sacar del coche a su hija. Un hombre extranjero agarró a la niña para evitar que la corriente la arrastrara. La madre y el niño pequeño no tuvieron la misma suerte y el testigo observó impotente como eran engullidos junto a su vehículo por la riada.
Joana y Artur fueron dos de los desaparecidos en la tragedia. El cadáver de la mujer fue hallado a primera hora de la tarde de ayer en el lecho de un torrente en Son Carrió, a unos cinco kilómetros del lugar donde el agua se la tragó. Del pequeño Artur, sin embargo, no había ni rastro.
La búsqueda ha continuado sin descanso. Ya durante la madrugada, los equipos de rescate han seguido rastreando la zona donde apareció muerta la mujer. Con la salida del sol, los esfuerzos se han redoblado. Por tierra, mar y aire, más de 200 efectivos recorren las áreas devastadas. Guardias civiles, militares, policías, bomberos y voluntarios de Protección Civil siguen el cauce del torrente y las zonas cercanas por las que discurrió la riada hasta la desembocadura en s'Illot con la ayuda de varios perros adiestrados. Los buzos se han sumergido también en el mar, muy turbio, y una embarcación rastrea unos 600 metros lineales de costa en busca de indicios.
Mientras esperan noticias del pequeño, su familia ha hecho un llamamiento para localizar al hombre que rescató a su hermana menor. Quieren agradecerle su impagable ayuda en un momento tan dramático. Apenas tienen datos de él, salvo que iba en bicicleta y es alemán.
Artur podría no ser el único desaparecido. Los agentes que han inspeccionado las decenas de vehículos arrastrados por la corriente han encontrado indicios en algunos de ellos de que sus ocupantes se apearon apresuradamente en mitad de la riada. Temen que algunas de estas personas acabaran a merced de la corriente. Pese a que por el momento no hay más denuncias formales de desaparición, los agentes no descartan que con el paso de las horas se las eche de menos y la lista de víctimas siga creciendo.
