Debido al avanzado estado de propagación de la plaga de Xylella fastidiosa en el campo mallorquín, Bruselas libró hace ahora un año al Govern de sus drásticas medidas de erradicación que suponían talar cientos de hectáreas y permitió aplicar a las islas un plan de contención más suave. Esta gestión de la bacteria, que se estima que ya ha afectado a cerca de un millón de árboles y plantas en las islas, principalmente almendros, acebuches, plantas ornamentales aunque también olivos y viñedos, ya le ha costado al Govern cerca de seis millones de euros. Los costes de eliminar árboles enfermos, las ayudas a la repoblación, así como la investigación de la plaga, ha supuesto una inversión de al menos 5,75 millones a las arcas de Balears en dos años desde la detección de la Xylella.
Mientras que el plan de erradicación de la plaga obligaba a cortar todos los árboles o plantas a cien metros a la redonda de cada ejemplar infectado, el plan de contención solo exige la eliminación de este ejemplar enfermo. Precisamente, esta tarea se lleva más de un tercio de los recursos destinados a controlar la Xylella. Desde 2017 la Conselleria de Medio Ambiente del Govern firmó un contrato con la empresa pública Tragsa para la eliminación de los positivos de la bacteria por valor de 250.000 euros. Sin embargo, transcurridos los meses y ante la dimensión de la extensión de la plaga en la isla, el área dirigida por el conseller Vicenç Vidal ya tuvo que ampliar el encargo a 575.000 euros. Ahora, según datos facilitados por la Conselleria, para 2018 y para el próximo 2019 hay presupuestados otros 1,6 millones de euros para la tala. En total, 2,17 millones para la eliminación de los árboles enfermos, a los que faltaría sumar los costes de la detección de los mismos -desplazamientos, muestreo, análisis, envío al laboratorio nacional de referencia en Valencia- que Medio Ambiente no tiene cuantificados.
Por otra parte, está la inversión en investigación sobre la plaga así como para identificar las variedades de cada especie más resistentes a la bacteria. Para ello, el laboratorio de Sanidad Vegetal de Medio Ambiente ha instalado un invernadero y ha reforzado su plantilla. Según datos de medio ambiente, en material de laboratorio, donde irían incluidos estos gastos, así como la compra de material vegetal para investigar, el Govern ha invertido 350.000 euros, que están previstos hasta 2021.
Fondos de la ecotasa para repoblar
A estas investigaciones y un nuevo sistema de detección por imágenes aéreas captadas por drones, también van destinados 1,05 millones de euros procedentes de fondos de la recaudación del impuesto turístico o ecotasa. El Ministerio de Agricultura concede también una línea de ayuda a la investigación de 983.096 euros.
Por otra parte, el Servicio de Mejora Agraria (Semilla) ha financiado la compra de fitosanitarios para distribuir entre los productores agrarios para combatir al insecto que transporta la Xylella por valor de 165.000 euros.
Finalmente, y también con fondos de la ecotasa, los dos últimos años el Govern ha aprobado líneas de ayuda a la repoblación de cultivos leñosos por valor de dos millones, que si bien no está pensado exclusivamente para la plaga de Xylella, han servido para renovar cultivos y apostar por variedades a priori más resistentes. Al haber optado por la contención, Europa no indemniza a los payeses que pierden sus cultivos, a diferencia de lo que ocurre con la erradicación. No obstante, el Govern abonó 46.000 euros tras el primer caso en Porto Cristo.
