La temporada no ha sido buena para las empresas de chárter náutico implantadas en las islas, con caídas en la facturación de un 12% de media pero que puede llegar hasta un 30% en algunos casos, especialmente entre aquellas embarcaciones con las tarifas más altas, como los catamaranes, según los datos facilitados por el presidente de la comisión de chárter náutico de la patronal APEAM, José María Jiménez.

Este mal resultado ha provocado el que algunas compañías de alquiler de embarcaciones hayan optado ya por comenzar a enviar parte de su flota a Canarias para seguir allí con su actividad, algo que durante los últimos ejercicios no comenzaba a darse hasta finales de este mes o principios de noviembre, según señala el citado portavoz empresarial.

José María Jiménez admite que el recorte que se ha dado no se explica solo por la competencia desleal que generan las embarcaciones que actúan sin licencia, sino que lo vincula también a una pérdida de parte de los turistas que llegan a las islas.

Competencia de los grandes

En cualquier caso, pone de relieve que la lucha por mantener la cuota de mercado por parte de las empresas mallorquinas del sector no está entablada solo con los ‘piratas’, sino que también se debe de hacer frente a la creciente competencia que marcan las grandes empresas internacionales de alquiler de embarcaciones, cuya presencia no solo se eleva sino que incluso amenaza con desplazar a las firmas locales.

Sobre este último punto, admite el temor que existe en estos momentos a que estas grandes firmas terminen haciéndose con el espacio que ahora ocupan frente a sa Llotja de Palma unas 16 empresas isleñas, lo que supondría poner en peligro unos 230 empleos, según subraya.