El Partido Popular, para el que la fiscalía anticorrupción y la acusación particular en nombre del Govern piden la condena como responsable civil subsidiario del caso Over, quiso ayer escaquearse del juicio oral, pero no lo consiguió. La fuerza conservadora tendrá que designar un apoderado para que se siente en el banquillo, eso sí como responsable civil de Jaume Matas y José María Rodríguez

Matas, al que los cuatro meses en prisión le han servido para adelgazar, confesó ante un tribunal compuesto por mujeres (idéntico al que le condenó por el caso Nóos), haber financiado con fondos de su Govern al PP y éste intentó escaquearse del juicio, no vaya a ser que salga trasquilado.

De primeras, ningún representante legal del PP se personó en la vista oral, donde la fuerza conservadora está defendida por una letrada. Extrañó la ausencia, pero la no presencia de alguien con poderes del PP chirrió más, cuando el jefe de la fiscalía anticorrupción en Balears, el ya un poco cansado de tanta brega Juan Carrau, pidió al tribunal que citase a un apoderado del PP para interrogarlo en la vista oral.

La defensora del partido que en la época de autos estaba dirigido por los acusados José María Rodríguez, secretario general, y Jaume Matas, presidente, no supo explicar si el PP de Palma tiene personalidad jurídica propia o depende de la estructura central de Madrid. La letrada dijo suponer que su cliente sí tiene personalidad jurídica en las islas, pero la abogada del Govern María Ángeles Berrocal le enmendó la plana al sostener que los conservadores dependen de Madrid.

Alguien que sepa algo

Allí, pues, habrá que ir a buscar "a un representante legal, con poderes y que sepa contestar a preguntas sobre la financiación del partido en Balears entre 2003 y 2007".

Pablo Casado tendrá así que elegir a alguien para asistir como responsable civil al juicio: todo un encarguito.

La abogada del PP antes había intentado escabullirse de la vista oral acusando al instructor de Over, el magistrado ya jubilado José Castro, de modificar irregularmente el auto de apertura de juicio oral de una de las subpiezas incluyéndoles fuera de plazo entre los acusados.

Las magistradas Carmen González, Mónica de la Serna y Cristina Díaz rechazaron de plano esa cuestión previa y explicaron que Castro modificó libremente su auto a instancias de la propia Audiencia y para enmendar una omisión de pronunciamiento sobre una solicitud previa de las acusaciones respecto al PP.

Lo que le pase al PP en esta causa le trae al fresco a Jaume Matas, que estaba radiante tras conseguir rebajar los diez años de cárcel que le pedían a una pequeña multa, cuya cuantía exacta suscitó amplias dudas entre los periodistas de tribunales. Todo un éxito de su defensor Josep Zaforteza.

Por otro lado, nadie, salvo una amiga de María Luisa de Miguel, exsecretaria general técnica de Interior con Rodríguez como conseller y exesposa de Javier Rodrigo de Santos, como conseller, quiso asistir a la vista.

Matas se presentó desde la cárcel con traje, pero sin corbata. A su llegada a la sala de vistas, escoltado por dos agentes, saludó a la prensa amablemente. Matas es un preso de confianza como lo demuestra el medio minuto que pasó sin vigilancia policial.

Regresar a Aranjuez

Matas pidió al tribunal permiso para cuando acabe su declaración de mañana regresar a la cárcel de Aranjuez, donde se encuentra más cómodo que en la de Palma.

Por su parte, Rodríguez, también más delgado, aseguró estar tranquilo por el juicio donde se juega seis años de libertad, pero admitió que este final de su carrera no es un plato de buen gusto. "Estamos vivos", "cuento hasta diez y no más", comentó al ser preguntado sobre su estado de ánimo.

Daniel Horacio Mercado también solicitó regresar pronto a su Argentina natal, donde trata de rehacer su vida y pasar página del caso Over. El sagaz publicista también ha sellado un excelente pacto, gracias a su abogado Jaume Sanz de Bremond, tocado con su habitual sombrero.

El empresario, recién llegado del invierno austral, alabó el clima de Palma en pleno veranillo de Sant Miquel. "Pienso salir a correr para aprovechar este tiempo", exclamó el acusado. "Voy a decir (hoy) toda la verdad, lo mismo que dijimos ante Castro", añadió.