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Investigación

Los empleados de es Pinaret relatan que no pudieron abrir la celda

Los testigos aseguran que la víctima suplicaba que le rescataran tras provocar el incendio

Los trabajadores del centro de es Pinaret, que fueron testigos del incidente en el que un menor falleció como consecuencia de un incendio, confirmaron ayer que fueron incapaces de abrir la puerta de la celda en el que la víctima estaba encerrada. Estas declaraciones se produjeron en la segunda declaración del juicio por un presunto delito de homicidio imprudente, que se celebra contra la exdirectora del centro y contra el que fue jefe de mantenimiento en la fecha que ocurrieron los hechos, que se sitúan en el mes de octubre del año 2015. El menor, de nacionalidad dominicana, provocó un incendio en la celda en la que estaba recluido, al quemar el colchón con unas cerillas que había conseguido esconder. Según los empleados del centro, la intención del menor no era suicidarse, sino más bien llamar la atención, ya que suplicaba a los testigos que abrieran la puerta y le rescataran. Sin embargo, debido a las altas temperaturas no se pudo abrir la cerradura de la celda, ni tampoco la de la ventana de esta dependencia. Los testigos explicaron que fue una trabajadora social la primera en detectar el incendio y que de inmediato avisó a sus compañeros. Mientras los vigilantes de seguridad intentaban abrir la puerta de la celda con la llave, aunque no lo consiguieran, el resto de trabajadores se encargó de rescatar a los otros menores que se encontraban en las mismas dependencias.

"Oswaldo suplicaba que le sacaran de la celda, pero no conseguimos abrir la puerta", relató uno de los trabajadores, que recordó las gritos desesperados de la víctima que decía: "me quemo, me quemo".

Los empleados señalaron que desconocían que el sistema de alarma estuviera estropeado, pero tampoco le dieron mayor importancia, por cuanto el incendio fue rápidamente detectado.

El vigilante que quiso abrir la puerta, también intentó rescatar al menor a través de la ventana del recinto. Sin embargo, tampoco consiguió abrirla a tiempo. Cuando se consiguió, el adolescente ya había perdido el conocimiento y poco después falleció. El testigo relató al juez las dificultades que tuvieron para rescatarlo a través de la ventana, ya que era un menor muy alto y muy corpulento.

Depresión

Un trabajador de mantenimiento salió en defensa de la exdirectora y de su compañero, al señalar que cada vez que se produce una avería lo comunica a la gerencia de la fundación que gestiona estos centros y no a la dirección.Por su parte, el psicólogo del centro confirmó que el menor estaba deprimido, por los problemas que tenía con su madre, pero que su estado no era tan grave para que un acompañante estuviera siempre con él para evitar que se suicidara. Sin embargo, el técnico reconoció que ya había intentado lesionarse. La fiscalía reclama una condena de dos años para cada uno de los acusados.

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