La pérdida de impulso de la economía de las islas se refleja en el consumo privado, que está creciendo en estos momentos a un ritmo del 2,8% cuando al cierre de 2017 lo hacía un 3,2%, según se señala en el informe de la patronal CAEB.

Esta pérdida de velocidad se hace patente en el comercio minorista, cuyo crecimiento se ha limitado a un 0,8% en el segundo trimestre, cuando lo hacía a un ritmo del 2,6% durante los tres primeros meses de este año, o del 1,8% en el último trimestre de 2017.

En relación a este dato, se señala la “preferencia de los hogares por el ahorro, el repunte de la inflación entre abril y junio y la progresiva moderación del proceso de creación de empleo”.

La inversión también levanta el pie del acelerador, y registra actualmente un impulso del 3,1% cuando a finales del pasado año alcanzó un ritmo del 3,7%.

Según señala la presidenta de la CAEB, Carmen Planas, esta ralentización “se sitúa en línea con la contención de las expectativas empresariales”.

Aquí la excepción la marca la inversión en la construcción residencial, que se ha situado en uno de los valores más elevados de los últimos años.