El conflicto interno que se ha estado viviendo durante las últimas semanas en el Consulado de Ecuador en Palma, con acusaciones por parte de algunos empleados contra su titular, Andrei Escobar, por un presunto acoso laboral, ha llegado ya ante la Inspección de Trabajo. Uno de estos trabajadores afectados, que actualmente se encuentra de baja por ansiedad, presentó ayer la correspondiente denuncia ante el ministerio de Empleo, bajo el asesoramiento del sindicato UGT.

Tal y como ha venido informando Diario de Mallorca durante los últimos días, tres personas vinculadas laboralmente con el Consulado han denunciado ante el ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador a Andrei Escobar, dos de ellos, José Rendón y Jenny Gutiérrez, bajo la acusación de haber sido víctimas de un presunto acoso laboral, y el tercero, Orlando Torres, por no haber percibido la correspondiente liquidación tras haber sido despedido.

Rendón ha sido el que ayer presentó la denuncia ante la Inspección de Trabajo bajo el asesoramiento de UGT, sindicato que también ha puesto estos hechos en conocimiento del ministerio de Asuntos Exteriores español.

Entre las acusaciones que constan en la denuncia, se apunta que recibió insultos por parte del cónsul tras haberse negado a reducir su salario, además de constantes mensajes telefónicos fuera del horario laboral y en sus vacaciones, o la exigencia de realizar horas extras sin remunerar.

Por su parte, Jenny Gutiérrez sigue negociando su situación ante la exigencia de que también debe reducir el importe de su contrato, sin que por ahora se haya dado un acuerdo.

Esta situación contrasta con las afirmaciones realizadas a algunos medios de su país por el embajador ecuatoriano en Madrid, Cristóbal Roldán, en el sentido de que el conflicto ya estaba superado.

Hay que recordar que Roldán visitó Palma la semana pasada y declaró a Diario de Mallorca que el cónsul Andrei Escobar había cometido errores a la hora de abordar los recortes presupuestarios en su departamento, lo que explica que haya solicitado la ayuda del cónsul honorario de Filipinas, Pablo Martín, para que intente mediar en este conflicto.

Fuentes próximas al Consulado achacan todo este problema a la exigencia de recortar personal para reducir el presupuesto de este departamento, al tiempo que se pone de relieve que la gestión económica del cónsul anterior, Freddy Arellano, está siendo analizada por la Contraloría General de Ecuador.