El conseller de Movilidad, Marc Pons, ha anunciado que la próxima semana se tomará una decisión respecto a si se autorizan o deniegan las 200 licencias para coches de alquiler con conductor (VTC) que ha solicitado la empresa Ares Capital, y que en su momento generaron la alarma en el sector del taxi ante el temor a que pudieran acabar en manos de plataformas como Uber o Cabify.

Pese a esta preocupación inicial, la alarma de los taxistas se ha reducido sustancialmente, y ahora se da prácticamente como seguro que serán denegadas, a la vista de las deficiencias que se detectaron en la documentación presentada por Ares sobre los seguros de los citados 200 vehículos.

Prueba de ello es la reciente decisión del presidente de la asociación de autónomos del taxi, Biel Moragues, de renunciar a las 700 licencias que había solicitado para poder competir con las 200 anteriores.

Al respecto, desde la Conselleria se recuerda que ya denegó esas 200 licencias a Ares, aunque una sentencia obligó a revisar de nuevo este proceso. Además, este verano se conoció ya una propuesta de los técnicos para volver a denegarlas por las citadas deficiencias en relación a los seguros de los vehículos.

El conseller Pons ha recordado que la próxima semana también está previsto que el Gobierno central apruebe el decreto ley para ceder las competencias sobre las VTC a las comunidades autónomas, que será analizado por su departamento para ver qué margen de maniobra les concede a la hora de regular en esta materia. Este decreto ley deberá ser respaldado posteriormente por el Parlamento español.

Pons ha señalado que una vez analizado este decreto ley, se convocará una reunión con todos los sectores del transporte para pactar las medidas que desde el Ejecutivo autonómico se podría tomar (como permitir a los ayuntamientos fijar un cupo de coches con conductor para servicios urbanos) con el fin de garantizar que se va a mantener el equilibrio actualmente existente en las islas en la relación entre taxis y VTC.