Podemos y Més desconfían de los del PSIB para la Oficina Anticorrupción. Podemitas y ecosoberanistas ya han comunicado a sus socios que se desmarcan de muchas de las más de cien enmiendas que han presentado al reglamento propuesto para la Oficina Anticorrupción. Temen que con algunas de las alegaciones presentadas los socialistas busquen atar en corto y controlar desde el Govern la acción del nuevo órgano antifraude en Balears.

Después de los varapalos del Consell Consultiu y de la Sindicatura de Cuentas a la propuesta de reglamento elaborada por el director de la Oficina Anticorrupción, Jaume Far, acusándole de extralimitarse en sus funciones, los partidos del Pacto presentaron más de 150 enmiendas a la propuesta. De éstas, más de un centenar fueron presentadas por el PSIB y con ellas acababa reformulando el texto de arriba abajo. Un último informe del Gobierno central, alertando de la inconstitucionalidad del reglamento y cuestionando la promoción de los empleados de la Oficina, así como el acceso a información bancaria pretendido por Far, apuntalan algunas de estas enmiendas.

Sin embargo, desde Podemos y Més, que han presentado 12 y 42 enmiendas respectivamente, ya han avisado al PSIB que algunas de las suyas no las pueden apoyar. Uno de los temas que cuestionan es que con sus enmiendas los socialistas quieran que la financiación de la Oficina Anticorrupción dependa directamente del Govern y que cualquier provisión deba pasar por la dirección general de Tesorería, algo que, entienden, limita su acción.

También alertan de enmiendas de los socialistas que limitarían a Far a la hora de configurar su equipo al frente de la Oficina.

Desde el PSIB, hay tranquilidad, ya que entienden que en el grueso sí hay acuerdo, y justifican su paquete de enmiendas en los informes contrarios tanto de Sindatura, Consultiu y Gobierno.

Las enmiendas deberán dirimirse en los próximos meses en comisión. Una vez aprobado el reglamento la Oficina Anticorrupción podrá ponerse en marcha.