Aunque todavía no es oficial, se comunicará a los trabajadores el próximo jueves, el investigador Antoni Quetglas reemplazará a Salud Deudero como nuevo director del Centro Oceanográfico de Balears (COB).

Antoni Quetglas es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona y Doctor en Biología por la UIB y, como ya se ha mencionado, trabaja como investigador titular del Centro Oceanográfico de Balears.

Sus principales líneas de investigación son la biología, ecología, pesquería y dinámica de poblaciones de cefalópodos y peces demersales (aquellos que viven en los fondos marinos).

Obtuvo el título de Doctor por la UIB con una tesis sobre los cefalópodos de arrastre en los fondos marinos del mar balear, trabajo que realizó bajo la dirección de la doctora Pilar Sánchez Zalacain del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona.

Trabajadores del COB calificaron al nuevo director como "una persona muy trabajadora y muy sensata" y explicaron que, pese a que se les comunicó de forma extraoficial el nombramiento el viernes de la semana pasada, el anuncio oficial del mismo no se sustanciará hastael jueves, cuando toda la plantilla del Centro Oceanográfico ha sido convocada a un acto en el que se escenificará el "traspaso de poderes" entre Salud Deudero, la directora saliente, y el propio Quetglas.

El relevo se produce después de que el pasado 10 de julio la directora saliente presentará su dimisión al sentirse impotente ante el colapso burocrático que, denunció a este diario, impide la ejecución de proyectos de investigación en este país.

Pese a mostrarse esperanzada con el nombramiento de Pedro Duque como nuevo ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Deudero explicó que había presentado su dimisión cansada de lidiar con la directriz que establece que cualquier expediente de gasto de las instituciones científicas debe contar con un informe favorable de intervención de Hacienda antes de su aprobación.

Buque científico amarrado

Un trámite burocrático que se dilata mucho en el tiempo por la falta de funcionarios y que ha generado situaciones tan esperpénticas como que el que el buque de investigación Francisco de Paula Navarro esté amarrado en el puerto de Palma con el motor gripado desde febrero de 2017 esperando que Hacienda autorice el gasto para repararlo.

Una circunstancia que ya ha impedido que se realizaran varias campañas investigadoras oceanográficas en el país europeo con más kilómetros de litoral marino y que, pese a ello, parece querer vivir de espaldas al mar.