Un grupo de investigación del departamento de Genética de la Universidad de Córdoba (UCO) están analizando la variedad genética de la oveja Roja Mallorquina y de otras cuatro razas ovinas autóctonas españolas que permitiría aumentar la rentabilidad en las explotaciones ganaderas.

En un comunicado, la UCO ha explicado que los investigadores Amparo Martínez, Vicenzo Landi y Juan Vicente Delgado, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona y varias asociaciones de criadores, han analizado el ARN, que es el encargado de traducir a proteínas la información escrita en el ADN, de 5 razas de carne autóctonas españolas muy distantes en la cadena evolutiva; Canaria de Pelo, Roja Mallorquina, Gallega, Xisqueta y Ripollesa.

Para ello, han tomando como muestra el músculo longissimus dorsi, que está situado en la zona del lomo de la oveja y que es el que se utiliza generalmente para evaluar la calidad de la carne, y han secuenciado el ARN de 50 individuos dividido en 5 grupos de 10 individuos por cada raza.

Este estudio descriptivo revela que existe una notable diferencia genética entre las cinco razas estudiadas, pero que alrededor del 72 por ciento de los polimorfismos (variaciones de un individuo a otro) encontrados con respecto al genoma de referencia con el que se suelen comparar todos estos estudios, son compartidos por al menos dos de los grupos analizados y que el 10 por ciento están en los 5 grupos estudiados.

A pesar de las diferencias compartidas por los cinco grupos, también se extrae que el campo de polimorfismos propios (no compartidos) de cada grupo es bastante extenso, lo que permite un margen de maniobra interesante de cara a poder caracterizar esas diferencias y establecer los paneles de marcadores que ayuden a los ganaderos a elegir el genoma de la raza que van a criar asegurándose una mejor producción gracias a la precocidad.

En la búsqueda de la raza ovina más productiva, en este estudio descriptivo se analiza el ADN como primer estadio, si bien en una segunda fase, habrá que demostrar que los marcadores polimórficos empleados se asocian realmente a mejores características del animal.

Por todo ello, para completar el ciclo es necesario realizar estudios de asociación en los que se compruebe cómo se traducen estos polimorfismos en las características del animal a través de datos fenotípicos como la pesada de los animales, datos de crecimiento y otros datos morfológicos.