-El 'balconing' ha causado de nuevo este verano un gran numero de tragedias a jóvenes turistas británicos en Balears, a pesar de las campañas que se han impulsado. ¿Qué más medidas se pueden adoptar?

-Este ha sido un año muy duro en el Consulado, precisamente por las familias afectadas por el problema de caídas. Nosotros no hablamos de 'balconing' porque esta tendencia de los jóvenes tirándose a la piscina se ha acabado. No hay casos así. Los casos han sido de caídas de balcones, que es diferente. Se trata de caídas accidentales, aunque es cierto que ha habido muchos casos.

-¿Y como es que se caen tantos turistas británicos jóvenes de los balcones?

-En la gran mayoría de los casos el problema es la cantidad de alcohol que han consumido. Estamos actuando intensamente en campañas de prevención. Tuvimos una reunión con la presidenta balear, Francina Armengol, trabajamos con el ayuntamiento de Calvià, con la Federación Hotelera, con el equipo de Son Espases y con mucha más gente del sector turístico. Ya estamos planeando lo que haremos para el año próximo. Este año hemos visto cuáles son las raíces del problema. Estoy seguro de que tanto en Balears como nosotros estamos de acuerdo en que hay un problema del suministro y de la demanda de alcohol. Si hay tanto alcohol y tan barato para los jóvenes, no es una sorpresa que lo compren. Si van a Punta Ballena, en una calle de 300 metros hay 13 cajeros. Está diseñado para sacar dinero de la gente. El pasado año hicimos un estudio con la Universidad de Europa de Madrid para entender lo que pasaba, para que los expertos vieran donde estaba la raiz del problema. Hemos compartido este informe con los hoteleros de aquí y, a partir de ahí, estamos mirando lo que podemos hacer.

-¿El estudio concluye que la raiz del problema es la facilidad para consumir alcohol?

-En el estudio dicen que los jóvenes británicos en temporada alta en Punta Ballena gastan 700.000 euros cada noche. En Punta Ballena no hay mucho más que alcohol que puedas comprar.

-¿Y ante eso qué medidas prevén impulsar?

-Estamos trabajando juntos para ver si acabamos con este problema. Tenemos competencias distintas. Las autoridades de Balears están haciendo cosas muy positivas, dentro de las competencias de cada uno, para poner fin a este problema, para controlar la venta libre de alcohol. Trabajamos muy estrechamente en este sentido. Nuestro papel es hablar con los jóvenes en el Reino Unido, con campañas bajo el nombre de 'take your pic', un juego de palabras para lanzar el mensaje de que puedes hacer una foto y también puedes elegir las vacaciones que quieres, unas vacaciones con éxito o con un final negativo. Más de 500.000 jóvenes británicos ya la han visto. Entre los consejos que damos está el de contratar un seguro de viaje y tener cuidado en los balcones. Los británicos no suelen vivir en pisos con balcón y quizá no están acostumbrados. Entre otros, lanzamos el mensaje de que controlen el consumo de alcohol porque aquí las medidas son distintas. Un gin tonic en el Reino unido sabe a tónica, aquí a ginebra.

-¿Ven a Mallorca como un destino turístico para beber?

-A Mallorca no. Hay mucha diferencia en la imagen que existe en el Reino Unido entre Mallorca y Magaluf en concreto. La gente no va a Deià o a Sóller para beber. Magaluf lo identifican como una zona de turismo joven, de entre 17 y 25 años, que no están en Mallorca para visitar museos. Pero la gran mayoría de los jóvenes que van tienen unas vacaciones fantásticas. La oferta que tiene la isla para el mercado turístico británico es muy buena. El pasado año estaban aquí 3,5 millones de británicos. Este es un asunto muy serio, pero no hay que ser alarmistas y pensar que todos los británicos que vienen aquí tienen problemas. Al contrario. La inmensa mayoría tienen unas vacaciones fantásticas. Las empresas hoteleras y el ayuntamiento está trabajando e invirtiendo mucho para cambiar esa zona.

-¿Es el principal problema que han afrontado en el Consulado este verano?

-Es el problema que más nos impacta. El equipo del Consulado aquí trata diariamente con las familias afectadas, vamos al aeropuerto a recibirles... Ha sido un verano duro para el equipo. Pero aquí estamos enfocados en los británicos más vulnerables. No somos un Consulado de papeleo. El Reino Unido no es un país con mucho papeleo. El enfoque es hacia la gente vulnerable, residentes o turistas, para ayudarles si tienen problemas porque el sistema aquí es diferente

-¿El problema de las falsas denuncias alimentarias está totalmente zanjado?

-Hablando con el sector hotelero nos dicen que este problema ha acabado. No hay nuevos casos. Hemos trabajado con la Federación de Hoteleros y el Gobierno de España con rapidez para solucionarlo. Hay casos que están en los en los juzgados y en el Reino Unido hemos cambiado la Ley para que haya limites con el fin de que los abogados no vean incentivos para hacer esto. Por lo que yo he visto y lo que me dicen los hoteleros, hemos puesto fin a este problema.

-Antes de verano hubo un aviso del Gobierno británico a los jóvenes advirtiéndoles de que en la zona de Magaluf se estaban haciendo contrataciones, sobre todo de relaciones públicas, en condiciones de explotación. ¿Se han frenado estos casos?

-Aún estamos mirando los datos de este año para ver qué ha pasado este verano, pero hemos tenido un impacto importante en los medios de comunicación del Reino Unido para que los jóvenes británicos conozcan los riesgos. No decimos que no puedan tener aquí un trabajo en verano pero, ya sea en Magaluf o en un resort en el Mediterráneo, que sea con contrato, dado de alta en la seguridad social, que mire si el piso está vinculado, no entregar tu pasaporte... Consejos simples para que el riesgo sea mucho menor. Hemos hecho una campaña en nueve aeropuertos del Reino Unido en todos los vuelos hacia Palma de esta temporada hablando con la gente de 17 a 25 años para darles consejos sobre esto. Aun no tenemos todos los datos sobre este verano, pero por los que me han llegado todo indica que ha mejorado. Muchos jovenes han caído en esta trampa. Algunos han empezado a vender pequeñas cantidades de droga, dicen que para sobrevivir. No es una justificación, pero hay estos casos. Quiero romper esa cadena, que entiendan que entrar en el mundo de la droga no es una solución.

-¿Es cierto que el 80 por ciento de los presos británicos en la cárcel de Palma habían sido anteriormente relaciones públicas en zonas como Magaluf?

-Sí. Estan en la cárcel por otros motivos, pero antes habían sido relaciones públicas en esas zonas.

-¿Mallorca sigue siendo un lugar atractivo par residir para los británicos?

-Sí. Si pregunta a los británicos donde vivirían fuera del Reino Unido, España ocupa los primeros puestos. Hay cambios. Mallorca en el pasado quizá fue un destino accesible para todos y ahora no es precisamente la parte de España más barata para comprar una casa. El mercado ha cambiado y es un destino de lujo para gente que puede tener una casa aquí. Pero España y Balears están muy en el corazón de los británicos, y con razón.

-¿Cuáles son las principales cuestiones por las que los residentes británicos recurren más al Consulado en Balears?

-Nuestro trabajo aquí está más enfocado en la gente más vulnerable. Muchos han venido al jubilarse, lo que significa que son mayores o lo serán. Hay mucha gente mayor que a veces cambia sus circunstancias y necesitan ayuda. Trabajamos mucho con ONGs de aquí, como Cruz Roja, o asociaciones voluntarias de británicos.

-¿Qué efectos puede tener el Brexit sobre estos residentes?

-Aun no lo sabemos porque todavía estamos en negociaciones. El consejo para los residentes británicos aquí es el mismo que si no hubiera Brexit: Que pongan su vida en orden en España. Que se saquen la residencia española, un permiso de conducir español e inscribirse en el padrón. También que miren los consejos de la web del Gobierno británico que se actualiza con información rigurosa. Hay muchos rumores, pero trabajamos para que tengan información veraz, a través de la web y con reuniones con colectivos británicos.

-¿Y las relaciones comerciales de Balears con el Reino Unido se pueden ver afectadas?

-El mejor enlace comercial entre el Reino Unido y Balears es el turismo. Los británicos no eligen su destino de vacaciones porque un país este dentro o fuera de la UE. El pasado año hubo 3,5 millones de turistas. Este año ha bajado un poco, pero esa bajada es muy inferior a la del mercado alemán. No veo que el Brexit vaya a impactar negativamente en eso.

-¿Por qué ha bajado el número de turistas?

-Durante muchos años aquí mucha gente me ha dicho que Balears quiere menos turistas y que gasten más. Ahora los británicos que vienen están gastando un 8 por ciento más. No soy experto en análisis de turismo, pero quizás la política está funcionando. Este año además ha sido caluroso en Gran Bretaña, lo que también influye. De todos modos tampoco todos los años pueden ser el mejor año de la historia en el turismo.

-¿Ha detectado turismofobia en Balears?

-He visto algunos mensajes, pero yo siempre repito el impacto positivo que el turismo británico tiene en la economía no solo de Balears sino en la de España. La gran mayoría de los turistas que vienen tienen vacaciones fantásticas. No he visto ningún impacto en el Reino Unido sobre este rechazo.

-Desde el Consulado de Barcelona cubre los territorios de Cataluña, Aragón, Andorra y Balears. ¿Cual es la zona que más trabajo le da?

-Son zonas diferentes. En Cataluña el turismo, sobre todo en Barcelona, es de fin de semana largo de turismo de ciudad. Aquí lo habitual de una familia es sol y playa, durante unas dos semanas en verano. Aquí hay una estacionalidad más marcada turísticamente. Ahora Mallorca tiene mucha fama en temporada baja por el deporte, para practicar ciclismo por ejemplo. Los británicos están descubriendo la belleza y gastronomía de las islas. No hay más que ver el número de hoteles boutiques que se están abriendo, que tienen mucho éxito en el mercado británico y no solo en verano.