Los vertidos de aguas fecales al mar centraron ayer en el pleno del Parlament las preguntas a la presidenta Francina Armengol, con la oposición arremetiendo contra la jefa del Ejecutivo, quien admitió que Balears tiene "algún problema" en este ámbito, pero defendió que su Govern ha trabajado "desde el primer momento" para solucionarlo.

La presidenta afirmó que se trata de un problema "histórico" e insistió en que en la pasada legislatura el Govern del PP no realizó ninguna inversión en infraestructuras, lo que ha empeorado la situación. Precisamente el debate más tenso lo mantuvo con la portavoz popular, Marga Prohens, quien defendió la gestión del líder del PP, Biel Company, en la pasada legislatura como conseller del Ejecutivo de José Ramón Bauzá repasando los acuerdos que firmó para infraestructuras hidráulicas. "Usted es una presidenta única en decir mentiras", espetó Prohens a Armengol, quien rechazó esta acusación e insistió en que ha sido su Govern el que ha actuado en esta materia . Así, contrapuso los "cero euros de inversión en Palma" en la pasada legislatura frente a los 30 millones del canon de saneamiento que se darán a Emaya para actuar ante los vertidos. "Company firmó mucho pero no hizo nada", dijo Armengol.

Jaume Font, de El Pi, exigió a Armengol un "plan de saneamiento" y Olga Ballester, de Cs, afirmó que Balears está "de mierda hasta el cuello" y el Govern solo ha hecho "parches y chapuzas, Pepe Gotera y Otilio SA, asociados con el PP". Armengol criticó el "tono apocalíptico de Ballester" y sostuvo que "la realidad contradice" las afirmaciones de la diputada de Cs.