En Francia este curso ha entrado en vigor la prohibición del uso del móvil en colegios e institutos, una medida a la que Emanuel Macron le da tanta importancia hasta el punto que formaba parte de su programa electoral.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, admitió que la decisión adoptada en Francia es a su entender "una cuestión interesante y a estudiar" ya que hay demasiados adolescentes adictos a la tecnología.

El conseller de Educación, Martí March, rechazó ayer esta postura de la ministra socialista y señaló que su equipo defiende dar autonomía a los centros para que regulen como consideren el uso de estos dispositivos inteligentes (que también es utilizado por algunos profesores con fines pedagógicos, recordó): "No estamos de acuerdo con la prohibición, cada centro ha de definir lo que quiere y lo que no y regular los usos del móvil cuando suponen una pérdida de tiempo".

Algunos centros de Eivissa (como el IES Isidor Macabich) ya han decidido prohibir el uso del móvil durante las clases y en el tiempo del patio.

El responsable autonómico de Educación admitió que no le gustaría que el Gobierno legislase en este sentido y además apuntó que no cree que pudiera hacerlo: "No nos gustaría y además no creo que el Gobierno pueda hacerlo con una normativa estatal por un tema competencial", aseguró.