Una caída en el sistema informático de las farmacias dejó ayer a unas 4.000 personas sin poder comprar sus medicamentos mediante la receta electrónica. Entre las 13.15 horas y las 17.20 horas los servidores que daban cobertura a las farmacias, gestionados por el Colegio de Farmacéuticos de Balears, se quedaron inutilizados y fue imposible dispensar los medicamentos que los médicos les habían recetado mediante la tarjeta electrónica. En este caso la avería no fue de los sistemas del IB-Salut sino del Colegio. Antoni Real lo explicó: "Se trata de un servidor que tenemos con Ono que ha caído y no se ha podido poner en marcha".