El pleno del Parlament ha aprobado el techo de gasto no financiero de la Comunidad Autónoma para 2019, que queda así establecido en 4.434 millones de euros, un 8,5 por ciento más que en 2018, lo que se traduce en 347,5 millones de euros más que el Ejecutivo balear destinará el próximo año a gasto. El techo de gasto, primer paso para la elaboración de los presupuestos del Govern, ha salido adelante con el respaldo de los partidos del Pacto, mientras que PP, Ciudadanos y El Pi han votado en contra.

La consellera de Hacienda, Catalina Cladera, ha resaltado en su defensa de estos fondos que se trata de un límite de gasto "valiente y riguroso" y una "apuesta decidida de presente y futuro", a la vez que ha aprovechado el debate para afirmar que las cifras que lo sustentan demuestra la "buena gestión" del Govern.

En este sentido ha incidido especialmente a la decisión del Govern de acceder directamente a los mercados para financiarse, lo que el próximo año se aplicará al 50 por ciento de la financiación, en 2020 a otro 50 por ciento y en 2021 se producirá la "desconexión completa de los mecanismos de liquidez del Estado". Esto permitirá al Govern "ganar autonomía financiera" ya que, según ha dicho, estos mecanismos como el FLA eran utilizados por el exministro Cristóbal Montoro para "estrangular a las comunidades autónomas cuando le convenía". El acceso directo a los mercados financieros demuestra, según Cladera "la recuperación de la confianza y la salud financiera, por la buena gestión" de las cuentas públicas del Govern.

Asimismo ha incidido en que el Ejecutivo balear mantiene como una "prioridad irrenunciable" el REB y ha emplazado a los grupos parlamentarios a la "responsabilidad y lealtad" en este asunto. También ha incidido en la necesidad de un nuevo sistema de financiación autonómica y de reestructurar la deuda de las arcas públicas de Balears.

Además ha defendido la necesidad de que se logre dar marcha atrás a la regla de gasto aprobada por el Gobierno de Rajoy, rechazando una de las críticas que ha lanzado el popular Antoni Camps, quien ha motivado el voto en contra del PP acusando a Cladera de "utilizar la regla de gasto con demagogia, de forma torticera y haciendo año tras año filibusterismo presupuestario". A ello, Camps ha añadido como motivos para votar en contra del techo de gasto el que "se vuelve a la senda del déficit en lugar de mantener la del superávit" o el que no se aproveche el incremento de ingresos para bajar impuestos, además de insistir en que el Govern dispone de cuantiosos fondos sin invertir entre ellos "56 millones en Abaqua" mientras no se resuelven problemas.

Cladera ha acusado a Camps de "falta de rigor" con los datos y de utilizarlos de "forma demagógica y mentirosa", ya que por ejemplo en Abaqua quedan por invertir 18 millones, no 56, y "los remanente se trasladan al próximo año, no se pierden". Además ha dejado claro que el Govern cumple con todas las reglas a las que está obligado para fijar el techo de gasto y elaborar los presupuestos.

El líder de Ciudadanos, Xavier Pericay, ha argumentado que este techo de gasto demuestra que el Govern no tiene en cuenta los signos de "desaceleración" de la economía, a lo que Cladera le ha acusado de presentar un escenario "catastrofista que no tiene sentido, menos en Balears" en donde las perspectivas son de un crecimiento económico sostenido. Jaume Font, de El Pi, ha incidido en que el techo de gasto refleja las limitaciones de Balears por la falta de fondos que debería recibir del Gobierno central a pesar de ser una de las Comunidades que más aporta a las arcas estatales. "No me satisface este techo de gasto porque pensaba que tras cuatro años tendríamos la fuerza suficiente ante Madrid. Tendriamos que haber llevado al Estado ante los juzgados, como los andaces", ha dicho Font.