La Alianza por el Agua denuncia que el emisario de la depuradora de Can Bossa, en Ibiza, tiene varias fugas por las que vierte aguas mal tratadas, fecales, a apenas kilómetro y medio de la costa de Platja d'en Bossa, en una zona que limita con el área marítima del Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera. La organización recuerda que esta canalización es titularidad de la empresa pública Abaqua, del Govern Balear, y es la depuradora que recibe los cargamentos de fosas sépticas de toda la isla.

Estos agujeros en el emisario demuestran, según dicha entidad, el mal funcionamiento de la depuradora, que no cumple con los parámetros establecidos y libera al mar "agua de alcantarilla", dado que los contenidos en material fecal medidos por los submarinistas superan en 240 veces los máximos aconsejados para el contacto humano. En todo caso, dado que estos vertidos se producen a cierta distancia de la playa, "no hay peligro para los bañistas".

"La zona de vertido donde se realizó el estudio se localiza a 1,4 km de la costa a una profundidad de 30 metros en el límite del Parque Natural de ses Salines. Durante la inmersión se apreció un vertido con una elevada carga de sólidos en suspensión saliendo de los difusores del emisario", explican en un comunicado.

Además de las roturas por las que vierte aguas fecales esta canalización, los buceadores de la Alianza por el Agua "encontraron en el entorno del emisario numerosos restos de plásticos sobre el fondo marino que evidencia el mal funcionamiento de la depuradora de Can Bossa". Desde esta organización recuerdan que un "adecuado funcionamiento de la depuradora implica una fase de pretratamiento cuando entra el vertido a la depuradora donde se separan los elementos insolubres (botellas, trapos, plásticos, etc.) de cierto tamaño mediante una serie de rejas en un proceso llamado desbaste".

Por este motivo, consideran: "La presencia de plásticos evidencia que la depuradora ha podido verter aguas residuales directamente sin realizar los tratamientos primario y secundario que siguen al pretratamiento necesarios para el cumplimiento de la normativa vigente.

"Fuerte impacto en el medio marino"

En cuanto a las roturas en el emisario, "conllevan una deficiente dilución del vertido y un fuerte impacto en el medio marino. Así se apreció un medio marino muy degradado con una reducción o ausencia de praderas de posidonia y una elevada proliferación de algas verdes y rojas generalistas, algas epifitas, elevada sedimentación y carga orgánica en el fondo marino", explican en la nota.

"Estas señales ambientales son indicadoras de un medio marino sometido a una elevada carga contaminante que ha ocasionado una degradación del ecosistema marino y una pérdida de la biodiversidad", advierte la Alianza por el Agua.

"Estas evidencias", agregan desde esta organización, "se confirmaron con los resultados de los análisis de agua efectuados. Los resultados muestran unos valores muy superiores de los parámetros establecidos por la normativa vigente en materia de aguas residuales".

Además, los resultados de los parámetros de contaminación microbiológica indican, apuntan desde la Alianza por el Agua, "la elevada carga de contaminantes fecales que vierte el emisario en el medio marino".

Aunque desde esta organización aseguran que "esta fuerte contaminación microbiológica no implica un riesgo para la salud humana dado que la distancia de 1,4 km de la costa y la profundidad de 30 metros del emisario posibilita su adecuada dilución hasta llegar a la costa", advierte de que estos resultados "evidencian la elevada carga de de aguas fecales vertida al medio marino debido a que la depuradora carece de sistemas de tratamiento terciario de desinfección microbiológica".

Este tratamiento adicional, recuerdan, "ha sido reclamado por la Alianza por el Agua dado que el emisario submarino está en el entorno de la zona sensible de Platja d'en Bossa cuya normativa autonómica exige un tratamiento adicional al secundario. Cabe destacar que la depuradora de Can Bossa recibe los camiones cisterna que vacían las fosas sépticas de viviendas no conectadas a la red de saneamiento de la isla de Ibiza y por tanto está sometida a una presión adicional de depuración de aguas fecales", apunta, finalmente.

Unas 30 depuradoras de las islas vierten de forma directa al mar, como ha publicado hoy Diario de Mallorca, lo que ha provocado que el GOB exigiese al Govern que actue contra los vertidos de emisarios submarinos. También una quincena de entidades han anunciado que llevarán los vertidos de aguas fecales a la Fiscalía.