Unas 30 depuradoras, 26 gestionadas por el Govern, vierten directamente al mar en Balears a través de los emisarios marinos a unos 300 metros de la costa. Así lo reconoció ayer el Govern al analizar la situación que ha vivido Palma con el vertido deficiente de sus plantas de depuración que han obligado a cerrar las playas de la ciudad en varias ocasiones este verano. Si las depuradoras funcionan correctamente y el agua está bien depurada no pasa nada. El problema surge cuando la calidad de la depuración es deficiente.

El conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, relató la verdadera situación de Mallorca cuando se producen tormentas importantes: “El problema es que no tenemos las redes de alcantarillado y las de pluviales separadas y cuando se producen tormentas todo el caudal acaba en las depuradoras y quedan saturadas”, indicó Vidal. La directora general de Recursos Hídricos, Joana María Garau, añadió que en este caso ha coincidido con tormentas en plena temporada alta, cuando las depuradoras están a pleno rendimiento y el caudal de lluvia las desborda.

Garau comentó que de las 98 depuradoras gestionadas por el Govern, unas 26 funcionan mediante emisarios submarinos. El resto tienen otros sistemas, como es el caso de balsas de filtración o pozos especiales. En este caso, el agua retorna al subsuelo y es la tierra la que se encarga de hacer de filtro, pero en el mar si la depuración es de mala calidad, como ha ocurrido con la de Palma o la de Santa Ponça en varias ocasiones, afecta a la calidad de las playas.

Depuradoras municipales

Además de las del Govern hay ayuntamientos que gestionan sus propias depuradoras a través de empresas públicas municipales. Es el caso de Palma, Calvià, Manacor, Alcúdia y Sant Llorenç des Cardassar. En este caso, otras cuatro depuradoras municipales también funcionan mediante los emisarios marinos que una vez depurada el agua se deshacen de ella en el mar.

Garau recordó que en 2015, cuando llegaron al Govern y vieron la “deficiente situación” de los emisarios y las depuradoras fueron a Madrid a explicar cómo estaban los emisarios y pidieron un plan específico. Este plan está redactándose y en esta legislatura ya se han sustituido dos de estos emisarios marinos que vertían al mar en Eivissa. Asimismo, el conseller Vidal y la directora general de Recursos Hídricos, Joana María Garau, presentaron ayer la modificación del decreto del canon del agua con el objetivo de “conseguir que la mejora de las instalaciones de depuración sea más eficiente”.

El canon del agua es lo que pagamos los ciudadanos con nuestro recibo y lo que se pretende es poder agilizar los trámites para acometer las inversiones en depuración.

Por otra parte, el PP en el Consell de Mallorca ha presentado una moción con el objetivo de que se diseñe y ejecute un plan de inversiones para modernizar las depuradoras y acabar con “la vergüenza de los vertidos con escasos 17 litros por metro cuadrado de lluvia”.