El Govern aprobó ayer el techo de gasto no financiero para el próximo año, que queda fijado en 4.434 millones de euros, un 8,5 por ciento más que en 2018. Eso se traduce en 347,5 millones de euros más que el Ejecutivo balear destinará a "consolidar el Estado de Bienestar" con más "gasto social" y "realizar inversiones públicas", según resaltó la consellera de Hacienda, Catalina Cladera. El límite máximo de gasto no financiero (el que no incluye la amortización de deuda), que ahora deberá recibir el visto bueno del Parlament, es el primer paso para la elaboración de los últimos presupuestos de la Comunidad de esta legislatura, dado que el próximo año se celebrarán elecciones autonómicas.

Así, en 2019 el Govern destinará a gasto público más que en toda la historia de la Comunidad Autónoma. En esta legislatura el techo de gasto ha ido aumentando, lo que supondrá 1.084 millones de euros más que en 2015, con un incremento total del 32,4 por ciento.

El mayor volumen de los fondos para el próximo año procederá del sistema de financiación autonómica, con 2.742 millones de euros, lo que supone 184,37 millones más que este año, con un 7,21 por ciento de incremento. Cladera precisó que esta cantidad es 80 millones más de lo inicialmente previsto, ya que el ministerio ha regularizado la liquidación del IVA de las empresas de 2017, de la que faltaba una mensualidad por contabilizar.

Los tributos cedidos aportarán a las arcas autonómicas 903,30 millones, 36,53 millones más que este año, y los propios (impuesto turístico y canon de saneamiento), 212,46 millones, 7,35 millones más. En cambio disminuirán los fondos procedentes de tasas y precios públicos, con 95,78 millones previstos, es decir, 6,16 menos que este año. Por otras aportaciones también llegarán menos fondos, 283,91 millones frente a los 295,74 de 2018. El total de ingresos no financieros previstos para 2019 asciende a 4.238 millones de euros, 210 millones más que este año.

A partir de estas cifras el Govern elaborará los presupuestos, que prevé entregar al Parlament antes de que acabe octubre. En ellos no habrá nuevos impuestos, según reiteró Cladera, quien dejó en el aire la posibilidad de aprobar alguna nueva deducción fiscal.

Por otro lado, la consellera se refirió a la deuda de la Comunidad Autónoma y aseguró que está previsto acabar el año con una reducción de la misma de 180 millones de euros, lo que la dejaría en 8.620 millones. "Será la primera vez que se reduzca esta deuda en términos absolutos", resaltó.