Una nueva normativa para medir las emisiones de los vehículos se traducirá en descuentos de coches que se venderán como 'kilómetro cero' en la mayoría de concesionarios de Balears a partir del próximo 1 de septiembre, día en el que entrará en vigor el Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros (WLTP).

Los concesionarios llevan meses matriculando sus vehículos en stock para que puedan ser vendidos como 'kilómetro cero' con importantes descuentos. "Son automatriculaciones que se hacen a nombre del concesionario y que por tanto no necesitan cumplir con la normativa WLTP", explicó ayer Andrés Vidal, presidente de la asociación balear de distribuidores de automóviles (ASEDA).

El resultado es que a partir del 1 de septiembre muchos concesionarios tendrán un parque de coches automatriculados más amplio de lo habitual por lo que, previsiblemente los concesionarios optarán por lanzar descuentos para dar salida a semejante stock.

"Levamos tiempo preparándonos para ajustarnos a la nueva normativa. Los usuarios tendrán en el mercado más 'kilómetros cero'. No hablamos de cantidades exageradas, pero eso se traducirá probablemente en ofertas", subrayó Vidal.

Los vehículos que se matriculen a partir del 1 de septiembre de acuerdo con la nueva homologación serán algo más caros. "La normativa WLTP medirá las emisiones de manera diferente al actual sistema, lo que significa que si el coche tiene un índice de contaminación más alto, tendrá una mayor carga fiscal. El vehículo costará lo mismo, pero pagará más impuestos cuando se matricule", manifestó el presidente de ASEDA.

Lista de derogue

Los descuentos de los coches que se venderán como 'kilómetro cero' dependerán del modelo y de la cantidad de unidades que un determinado concesionario tenga en stock. Hay que tener en cuenta además que cada concesionario tiene una 'lista de derogue'. Es decir, el Gobierno les ha autorizado para que dejen fuera de la nueva homologación un diez por ciento de ese stock.

La nueva normativa pretende medir las emisiones de los vehículos de manera más eficiente y superar el actual sistema, que ha quedado obsoleto tras 25 años en vigor. A partir de ahora las emisiones se medirán al aire libre y con el coche rodando, no en un laboratorio como antes.