n Més registró ayer en el Parlament una proposición no de ley por la que insta a Delegación del Gobierno a aumentar la lucha contra las 'party boats', estableciendo un "protocolo, convenio o acuerdo con los municipios de Balears para coordinar y colaborar en el control e inspección" de los ruidos procedentes de estas embarcaciones recreativas. La iniciativa surge por la falta de claridad sobre quién tiene las competencias que hace que, ante las quejas de ciudadanos, el problema pase de administración a administración sin que nadie actúe.

Joana Aina Campomar, diputada de Més, resaltó el incremento de estas fiestas en los últimos años y la dificultad para sancionar a las empresas organizadoras, ya que por un lado los municipios no tienen competencias y tampoco está fijado el nivel máximo de ruido que puede haber en el mar. "Hay que acabar con la indefensión de quienes nos visitan y de quienes residen en las islas", resaltó.

En la exposición de motivos de su propuesta, Més afirma que en la zona marítima costera "los recursos y medios actuales para la vigilancia e inspección son propios del Estado y de los cuerpos de la Guardia Civil", si bien sobre la zona litoral "se dan una concurrencia de competencias".

Además de instar a Delegación del Gobierno a establecer un protocolo de acuerdo con los municipios, Més insta a la creación en el Parlament de una comisión técnica para estudiar los cambios normativos necesarios con el fin de establecer un nivel máximo de contaminación acústica, su inspección y sanción en la zona del litoral balear.

Junto a ello, pide que el Gobierno central traspase al Govern la competencia de Costas, al considerar que permitiría una mejor gestión. Campomar sostuvo que "el Estado ve la costa de las islas sólo como una fuente de ingresos, por eso es tan urgente tener las competencias para proteger nuestros 910 kilómetros de costa".

A la presentación de la iniciativa de Més en el Parlament asistieron representantes municipales del partido de ayuntamientos como Calvià, Capdepera y Palma, afectados por las 'party boats'. Sobre esta cuestión Neus Truyol, concejala de Més per Palma afirmó que en lo que va de verano ha habido al menos una docena de quejas por el ruido de estas embarcaciones recreativas en el municipio. "Las 'party boats' son uno de los símbolos de un mal modelo turístico, un turismo de sol y borrachera en mitad del mar que pone en peligro el modelo económico hacia el que queremos ir", declaró.

Rafel Sedano, regidor de Esquerra Oberta de Calvià, se expresó en el mismo sentido y defendió la necesidad de que se regulen "las actividades de excesos", para lo cual pidió al Estado que "se implique en cuestiones que son competencia suya".