2,7 denuncias cada día por alquiler turístico. La conselleria de Turismo ha recibido en 2018 un verdadero alud de notificaciones por parte principalmente de particulares que piden a la autoridad competente en la materia que compruebe si un establecimiento concreto cumple la normativa o, directamente, aportando evidencias de que no lo hace.

Un total de 494 denuncias en los primeros siete meses del año que provocan una importante presión sobre el departamento de Inspección de la conselleria de Turismo, que ha conseguido acreditar irregularidades en un 10 por ciento de las denuncias. Así, los inspectores han abierto 48 expedientes al constatar que los establecimientos en cuestión incumplían la normativa vigente, ya sea por no disponer de la correspondiente autorización o por no ajustarse a ella.

Fuentes de Turismo aseguran que todas las denuncias que llegan se analizan con detalle y que, hechas una serie de comprobaciones, se pasa a una segunda fase en la que ya se lleva a cabo una inspección exhaustiva. En lo que llevamos de año, el departamento de Inspección ha llevado a cabo 186 actuaciones a partir de las denuncias y comunicaciones recibidas, de las cuales 138 no tuvieron como resultado ningún hecho punible, mientras que las ya mencionadas 48 acabaron en expediente sancionador.

Uno de los problemas con los que se encuentra la Conselleria de Turismo es la falta de dimensión del cuerpo de inspectores, con quince personas. Porque, cabe tener en cuenta que la reforma de la Ley de Turismo incorpora por primerva vez en la historia un nuevo modelo de alojamiento, el piso en edificio plurifamiliar. Una oferta que, hasta la aprobación de la norma funcionaba aprovechando cierta laxitud y confusión normativa, pero que desde hace ahora un mes está perfectamente regulado según los parámetros elaborados por el Consell de Mallorca y delimitado por zonas.

Esta nueva situación hace que ahora los inspectores deban hacer frente a mayor presión, puesto que la ley fija que no se pueden publicitar en las plataformas aquellos que no dispongan de la preceptiva licencia administrativa. A ello, recuerda Turismo, hay que añadir los "hoteles, rent a car, los restaurantes, los bares y demás locales de ocio", que también son competencia del departamento de Inspección.

Por lo que se refiere a los pisos, cabe destacar que desde la entrada en vigor de la ley de Turismo, ningún piso podía alquilarse hasta la zonificación, aprobada este verano. Por tanto, ningún piso podía disponer durante el primer semestre del año de la imprescindible licencia. Ello ha provocado un importante volumen de quejas ciudadanas al comprobar que se estaban comercializando cuando no se había tomado la decisión final de la zonificación. En el caso de Palma, la prohibición continúa porque el consistorio decidió no aceptar este modelo en ningún lugar de la ciudad.