El fin de semana del puente de agosto es uno de los grandes picos de actividad del aeropuerto de Palma, que para ayer tenía programados un total de 1.091 vuelos con 166.254 pasajeros.

Esta jornada de récord estival comenzaba tras un viernes complicado (con más de 500 vuelos retrasados por el mal tiempo) y aunque por la mañana la situación fue de relativa calma, las tormentas del mediodía de ayer volvieron a afectar a los trayectos previstos por la tarde, que llegaron a acumular un retraso medio de 70 minutos.

Los vuelos más afectados por el mal tiempo fueron los procedentes de Barcelona y la costa de Levante, aunque también otros trayectos de conexión con la península sufrieron retrasos.

La resaca fue especialmente dura para los pasajeros de Vueling, que el viernes canceló cinco vuelos, tres de ellos por mal tiempo.

A primera hora de la tarde de ayer centenares de los pasajeros que debían haber volado el viernes continuaban en el aeropuerto de Palma y expresaban su enfado en redes sociales por la falta de información recibida por parte de la compañía, ante cuya oficina de atención se llegó a acumular una larga cola. Una usuaria francesa lamentó haber estado esperando más de ocho horas.

La alerta naranja por lluvias y tormentas se despidió así de las islas ayer. Las precipitaciones fueron mucho menores que las registradas el viernes. En Mallorca, el pico se notificó en Portocolom, con nueve litros por metro cuadrado, cuando el día anterior se llegaron a acumular hasta 56 litros por metro cuadrado en Artà (46 en una hora) o 47 litros por metro cuadrado en Lluc.

En determinadas zonas el viento sopló ayer con más fuerza que el viernes: en Capdepera la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) registró por la tarde rachas de hasta 70 kilómetros por hora, frente a las de 39 del día anterior.

En cuanto a las temperaturas, la mínima cayó a los 15 grados en Escorca (dos más que el sábado) y la máxima fue de 30,5 en Llucmajor. En Palma, el mercurio fue de los 20 a los 30,8 grados.

Finiquitada la alerta por tormentas, el aeropuerto confía en recuperar el ritmo normal de actividad propia de estas alturas de agosto. Para hoy están previstos que pasen por Son Sant Joan 137.753 pasajeros en los más de 800 vuelos programados.

La meteorología dará respiro a los pasajeros hoy ya que la AEMET pronostica para el domingo y para los siguientes días que el sol volverá a ser el protagonista en unos cielos despejados y sin previsión de lluvias.

Las temperaturas irán en ligero ascenso y se prevén vientos del norte y nordeste. Este panorama parece que se mantendrá al menos hasta el miércoles, cuando la Agencia Estatal de Meteorología no descarta que tenga lugar algún chubasco ocasional. El jueves y el viernes las posibilidades de precipitaciones en Palma son del 55% de momento.