Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil de La Manada condenado a nueve años de cárcel por abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016, ha sido durante unas pocas horas uno de los nuevos agentes destinado a Ibiza. Según explicaba el diario El País ayer en su edición digital, un documento interno de la Guardia Civil asignaba de modo provisional a Guerrero un puesto en la unidad de Seguridad Ciudadana del cuartel de Sant Antoni de Portmany. El documento, "un avance provisional de destinos forzosos" sin carácter oficial, se publicó ayer en la Intranet del Instituto armado "con carácter meramente informativo" para que los 66 agentes afectados, entre ellos Guerrero, pudieran presentar alegaciones.

Horas más tarde, el documento fue modificado y se eliminó el nombre del integrante de La Manada. "Ha sido un error informático", afirmaron desde Interior a preguntas del diario El País.

Guerrero tiene actualmente la condición de «activo sin destino», después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, firmara el pasado mes de julio una resolución por la que el miembro de La Manada se reincorporaba al servicio activo "por imperativo legal", al haber quedado en libertad provisional y haber cumplido los seis meses que como máximo se puede estar suspendido de funciones, en aplicación de la Ley del Régimen del Personal de la Guardia Civil. Durante ese tiempo, percibirá sus retribuciones básicas y antigüedad.

A principios del mes pasado hubo un considerable revuelo después de que se publicara que otro miembro de La Manada, José Ángel 'El Prenda', había viajado a Ibiza un fin de semana de vacaciones, lo que éste negó.