El Consell de Mallorca utiliza glifosato -vendido comercialmente como 'Roundup'- en sus campañas para limpiar de malas hierbas los laterales de caminos y carreteras de la isla. Este herbicida está en el punto de mira después de que el viernes un tribunal de Estados Unidos considerara probado que su contacto prolongado ha provocado un cáncer terminal a un jardinero de San Francisco. Monsanto, fabricante del herbicida y líder mundial de producción de alimentos transgénicos, ha sido condenado a pagar casi 300 millones de dólares al afectado en una sentencia sin precedentes.

El Consell, que lleva años utilizando el glifosato, argumentó a preguntas de este diario que está dentro del listado de productos autorizados por el Ministerio de Agricultura para la eliminación de malas hierbas, e indicó que dejará de utilizarlo si el Gobierno decide retirarlo de la relación a raíz de la citada sentencia.

El herbicida más vendido

El herbicida de Monsanto, el más vendido del mundo, es muy utilizado en la agricultura, también en Mallorca. Hace años que está en el punto de mira de asociaciones ecologistas como Greenpeace y el GOB, que en 2015 lanzó una campaña reclamando al Consell y a los ayuntamientos de la isla que dejaran de utilizarlo. Sin embargo, la Comisión Europea no ha encontrado hasta la fecha razones concluyentes para retirarlo del mercado.

"La Comisión Europea aprobó en 2002 el uso de esta sustancia. Desde entonces la ha revisado varias veces, la última en diciembre de 2017, concluyendo que no hay evidencias suficientes para prohibirlo", explicó ayer la epidemióloga y directora de Salud Pública del Govern, María Ramos.

Esta especialista se refirió a dos estudios que se saldaron con conclusiones opuestas. El primero, de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC en sus siglas en inglés), buscaba establecer la posible relación entre determinados herbicidas y el linfoma no hodgkin, el tipo de cáncer que ha contraído el jardinero de EEUU. "El estudio dedicó un capítulo al glifosato y lo incluyó en el Grupo 2A de sustancias. Es decir, 'probablemente carcinógenas para humanos'", subrayó Ramos. Solo son más peligrosos los productos incluidos en el Grupo 1 y que la IARC califica como "cancerígenos para humanos".

Sin embargo, hubo otra investigación "más completa" basada en el estudio de una población de agricultores prolongada en el tiempo bautizada como AHS ('Agricultural Health Study') que concluyó que no había relación entre el glifosato y el cáncer.

Ramos consideró que hay que seguir las directrices europeas, al tiempo que recordó que el glifosato está sometido a continuas revisiones. "En nuestro día a día estamos expuestos a sustancias del Grupo 1 como el tabaco o la contaminación", advirtió la directora de Salud Pública, al tiempo que indicó que el glifosato está sometido a una serie de restricciones como la prohibición de utilizarlo en parques.