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Puertos

La demanda de amarres en los puertos deportivos mallorquines se dispara

La previsión de llenos durante el verano está llevando a muchos propietarios a buscar un punto estable en la isla para sus embarcaciones

La demanda para tener un amarre estable en un puerto mallorquín se ha disparado. S. Llompart

Los puertos deportivos de Mallorca están incrementando sus listas de espera para poder acceder con carácter estable a amarres en venta y alquiler, según destacan responsables de estas instalaciones. La congelación en el número de plazas y el crecimiento de las ventas de embarcaciones está provocando que la demanda de estos puntos, especialmente entre marzo y mayo de cara al verano, sea superior a la capacidad de estas infraestructuras náuticas.

Según destaca el director general de Alcudiamar, Bartomeu Bestard, Mallorca está registrando un fenómeno que en apariencia puede resultar contradictorio: durante este año se ha registrado un descenso en el número de personas que solicitan un amarre, con una temporada que no se ha iniciado con fuerza hasta julio, pero por contra aumenta el tiempo durante el que se pretende disponer de este punto en el que mantener la embarcación, provocando la citada lista de espera.

Es decir, ahora lo que se busca es comprar, o alquilar durante un número largo de meses, los amarres con el fin de tenerlos asegurados para la época estival. La recuperación económica está permitiendo a muchas personas asumir ese coste más elevado para disponer de un espacio en el que poder mantener la embarcación, aunque solo se vaya a usar durante unas pocas semanas al año.

La directora de Puerto Adriano, Isabel Teruel, señala este mismo fenómeno, al haber registrado un número inusualmente alto de personas que durante marzo, abril y mayo, solicitaron disponer de amarres para el periodo estival, con un volumen de peticiones superior al que se podía atender en ese momento.

Un dato a tener en cuenta es que este repunte de la demanda coincide también con la celebración de la feria náutica en Palma, señala Isabel Teruel, lo que implica que las personas que adquieren un yate se suman a la lista de los que buscan un lugar donde tenerlo amarrado.

Según Bestard, son varios los factores que están impulsando ese cambio de tendencia. Uno es el crecimiento en la compraventa de embarcaciones favorecido por una recuperación económica especialmente intensa en Balears, lo que se suma a una política del Govern reticente ante las posibles ampliaciones de estas instalaciones náuticas. Al crecer la demanda y no la oferta, esta última se vuelve insuficiente, añade. En cualquier caso, Isabel Teruel defiende que las posibilidades de crecimiento no pueden ser indiscriminadas, y deben de ajustarse a las necesidades reales de la isla.

A ello suma otro factor: la creciente vigilancia sobre los fondeos en zonas de posidonia, sumado a una imagen de que los puertos de Balears cuelgan el cartel de completo durante el verano, está llevando a muchos propietarios de embarcaciones a intentar asegurarse con antelación de que van a poder disponer de un espacio para sus yates.

Baja la demanda hasta julio

Bestard, Teruel y el gerente del club náutico de Santa Ponça, Javier Arrizabalaga, coinciden en otro aspecto: la temporada de este año no se ha iniciado con fuerza hasta el mes de julio, con un junio que no se duda en calificar de malo (se recuerda que la meteorología fue poco favorable) y una Semana Santa que, al celebrarse antes que en otros ejercicios, ha hecho que tampoco la demanda haya sido potente en esas fechas.

Los tres responsables de estos puertos coinciden en que los resultados económicos que se están obteniendo este año son muy similares a los de 2017 y que tras el susto de junio, en estos momentos los negocios que operan en sus instalaciones están mostrando un volumen de actividad notablemente intenso sin que se detecte el menor malestar las respecto. Bestard insiste en que este balance globalmente satisfactorio en lo que se lleva de 2018 se explica por el carácter más estable de los alquileres de amarres, lo que garantiza una buena ocupación media.

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