La Audiencia de Palma ha declarado nula una inversión económica que realizó una mujer que reside en Mallorca, que decidió apostar por la compra de acciones del proyecto Nueva Rumasa, que encabezaba el fallecido José María Ruiz Mateos, que al final resultó ser una estafa. En este caso, esta mujer invirtió la cantidad de 200.000 euros, a través de la compra de pagarés avalados por un complejo hotelero que Ruiz Mateos tenía en la localidad de Maspalomas, en Canarias.

Esta inversora fue captada a través de una agresiva campaña publicitaria, ofertada por diferentes medios de comunicación, que consistía en la compra de pagarés de empresas, teóricamente solventes, que estaban patrocinadas por el grupo Nueva Rumasa. Se trataba de una inversión a dos años y la empresa que encabezaba Ruiz Mateos, con la colaboración de sus hijos, prometía un interés del 10 por ciento.

En ese momento, las entidades bancarias ofrecían un interés que apenas alcanzaba el dos por ciento, por lo que esta oferta de beneficios tan altos captó la atención de miles de inversores, que al final han visto como lo han perdido todo, tanto capital, como intereses. El caso de esta mujer de Mallorca no fue una excepción. Compró cuatro pagarés avalados por el complejo hotelero, por un precio cada uno de ellos de 50.000 euros. Esta inversión se realizó en el mes de julio del año 2009. Al cumplirse los dos años la empresa no cumplió con su compromiso. No solo no pagó los 20.000 euros que debía abonar en concepto de intereses, sino que tampoco devolvió el capital. Las empresas que dominaba Ruiz Mateos, como Dhul o Clesa, que también avalaban con su patrimonio las inversiones, se encontraban en bancarrota. Esta mujer presentó una demanda judicial para conseguir que los tribunales declararan nula la inversión económica, debido a que una de las partes, en este caso Nueva Rumasa, no había cumplido su parte del acuerdo. Se da la circunstancia que los familiares del conocido empresario ni siquiera se han personado en esta demanda, es decir, no han hecho nada para intentar defenderse. Ello se debe a que la empresa Nueva Rumasa se encuentra en fase de concurso y en periodo de liquidación. La actividad económica del grupo prácticamente ha desaparecido y, de hecho, tras la muerte del padre, los hijos fueron acusados de varias estafas, sobre todo por operaciones relacionadas con la compra de hoteles, un sector en el que apostó Nueva Rumasa.

Pagarés

La Audiencia de Palma ha llegado a la conclusión, al igual que ya se pronunció el juzgado de primera instancia, que se debe declarar resuelto el contrato de suscripción de pagarés entre esta mujer y la empresa hotelera. La cifra de la indemnización es más elevada que la inversión que realizó, puesto que los jueces también condenan a Nueva Rumasa a que asuma el pago de los intereses al diez por ciento comprometidos en la firma de esta inversión. Esta resolución de la Audiencia de Palma podría tener consecuencias en el proceso judicial que se está tramitando en un juzgado de Madrid.

Esta mujer de Mallorca que realizó esta inversión tan elevada fue una de las tres mil personas que decidieron apostar por las condiciones que ofrecía el grupo Nuevo Rumasa, a pesar de las advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que cuestionó este tipo de proyectos. El pasivo, es decir, las deudas que arrastraba el grupo supera los 1.200 millones de euros.