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UIB

Cuando voló la Mosca de Joan Brossa

La obra, así como la placa del honoris causa de Miquel Barceló, desaparecieron tras un concierto

Un grupo de alumnos de la UIB en la lectura de poemas organizada para celebrar ´la vuelta´ de la Moscafera en 2014. uib

La mosca voló. Y alguien la tiene en su casa. En 2011, la Moscafera, un poema corpóreo de Joan Brossa, desapareció de su roca, frente al edificio de Son Lledó de la Universitat. En la mismísima puerta del rectorado, donde llevaba instalada trece años.

La Moscafera fue inaugurada el 20 de abril de 1998, justo hace dos décadas y en el marco de la celebración de los 20 años de la Universitat de les Illes Balears.

El propio Brossa acudió a ese acto inaugural de una de las obras más emblemáticas del campus: una mosca sobre un bloque de piedra inclinado que simboliza el caos. El insecto volador representa la finalidad que ha de tener la universidad: volver al orden a través de la cultura y la investigación.

En 2011, tras una noche de concierto celebrada en el campus de la carretera de Valldemossa, la pieza desapareció. Los ladrones se llevaron también la placa del doctor honoris causa otorgado al artista Miquel Barceló en 2007. La placa fue encontrada posteriormente en Palma.

La mosca auténtica sigue volando. Durante tres años la entrada al rectorado quedó vacía de arte, hasta que en 2014 la Universitat anunció la llegada de una nueva Moscafera: una réplica de la original. El artista Jaume Falconer fue el artífice de la reconstrucción de la pieza desaparecida; una réplica que fue recibida y presentada de nuevo en sociedad en 2014 en un acto que incluyó una lectura de poemas y descorchó toda una serie de actividades relacionadas con Brossa y su obra, comenzando por una exposición.

La revista digital Núvol reveló en su momento que la mosca es en realidad un cenicero que por lo visto era popular en los años 60: las alas se levantaban y debajo de ellas se depositaban las cenizas. Para confeccionar este poema visual, el poeta catalán unió y soldó las alas y adosó a la mosca a un monolito de piedra viva de Biniamar.

La Moscafera es una de las piezas escultóricas más conocidas del campus y su robo fue un golpe para la colección de la institución académica, que ahora afronta la pérdida de una treintena de piezas que no han podido localizar en la ubicación en la que en teoría deberían estar.

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