Salud Deudero, en estos momentos aún directora en funciones del Centro Oceanográfico de Balears (COB), uno de los nueve que el Instituto Español de Oceanografía (IEO) tiene en todo el país, confirma que presentó su dimisión el pasado 10 de julio y todavía ahora, un mes después, está esperando que llegue la confirmación de su cese pese a que rogó, por motivos personales, que se agilizara este trámite.

Este retraso es, al parecer, sintomático de lo que está ocurriendo en las instituciones científicas de todo el país desde que, en el año 2014, se estableciera que cualquier expediente de gasto debe contar con un informe favorable de intervención de Hacienda.

"Debido a que son pocos funcionarios para estudiar los expedientes, estos se demoran unos 13 meses de media. Y ha ocurrido que obtengas financiación de Europa para un proyecto de investigación que se debe ejecutar en quince meses, por ejemplo, y pierdas el dinero y la oportunidad porque cuando te autorizan el gasto ya no tienes tiempo material de acometerlo. Por no hablar de lo mal que quedas, la mala imagen que das como investigador, como institución científica e incluso como país", lamentó la aún directora.

"La Ciencia tiene su propia rutina y necesita agilidad en estos trámites en los que el aparato burocrático ha demostrado que no está al servicio del investigador", denunció Deudero, que añadió también que el hecho de que se haya decretado que todas las compras de gasto corriente de las instituciones científicas del país deban centralizarse provoque situaciones tan surrealistas como que haya que esperar meses para la adquisición de sillas que son necesarias ya para que los investigadores puedan realizar su trabajo.

Este colapso ha provocado otras situaciones como que el buque de investigación Francisco de Paula Navarro esté amarrado en puerto con el motor gripado desde febrero de 2017, hace un año y medio, esperando que se autorice el gasto para repararlo.

"Y eso ha impedido que hagamos varias campañas oceanográficas planeadas. Somos el país europeo con más kilómetros de litoral marino y estamos dando la espalda al mar. Cuando dentro de unos años tengamos las costas plagadas de medusas o de plásticos, no tendremos ningún estudio ni ninguna clave para abordar el problema", concluye Deudero, que continuará en el COB como profesora de investigación (cargo equivalente al de un catedrático universitario) y ajena a todos estos trámites burocráticos que están poniendo palos en las ruedas de la investigación de este país.