El presidente de la Obra Cultural Balear (OCB), Josep de Luis, ha endosado a la entidad una factura por valor de 563,9 euros, correspondiente a un viaje a Barcelona con su mujer y su hijo, del 2 al 5 del pasado junio. Las fuertes discrepancias internas, con sonados enfrentamientos en la junta directiva de la histórica OCB, han paralizado el abono de la factura, que incluye vuelos de ida y vuelta más varias noches de hotel. Varios miembros se han negado a firmar y la agencia de viajes que organizó el desplazamiento a Barcelona para De Luis y su familia no ha cobrado.

El presidente de la OCB aseguró que el motivo del desplazamiento era la visita al hijo y a la mujer del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, encarcelado por el proceso catalán. "Lo consulté con el tesorero y consideramos que estaba justificado que el viaje se contratara de esta forma, ya que el hijo de Cuixart tiene la misma edad que el mío", aseveró ayer De Luis. El presidente de la OCB admitió que pasar a la entidad el viaje con la familia "entiendo que sea discutible, de todas formas nadie de la junta directiva me ha pedido explicaciones ni tampoco han mostrado su desacuerdo, se han limitado a no firmar y el pago se ha paralizado". De Luis aseguró que, al ver que la agencia de viajes no había cobrado "les he dicho que el viaje lo pagaré yo".

La Obra Cultura Balear para autorizar pagos necesita la firma de cuatro personas de la junta directiva: el presidente, la vicepresidenta, la secretaria y el tesorero. Dos firmaron pero otros dos no y el viaje no se ha pagado a la agencia. Varios miembros de la directiva consultados por este periódico indicaron que habían advertido a De Luis de que no firmarían facturas que consideraran que no estaban justificadas o poco transparentes. En concreto hablaron de esta factura del viaje a Barcelona. Sin embargo, el presidente de la OCB niega esta circunstancia reiterando que "nadie me ha dicho nada y se han limitado a no firmar, cuando lo lógico hubiera sido discutirlo en una reunión". De Luis apuntó que ha realizado otros viajes con su familia y siempre pagó aparte los billetes de su hijo y su mujer. "En esta ocasión creímos que estaba justificado al visitar al niño que es de la misma edad que mi hijo", apostilló.

Reuniones a gritos

La nueva junta directiva de la OCB que preside Josep de Luis hace escasos cinco meses que asumió la dirección de la histórica entidadhace escasos cinco meses que asumió la dirección de la histórica entidad. No obstante, desde el principio se originaron fuertes enfrentamientos en su seno. El sector afín al presidente intentó tomar algunas decisiones que el otro sector más cercano a la vicepresidenta, Cati Eva Canyelles, bloquearon al no estar de acuerdo con ellas. El detonante de todo ello fue el intento de despedir a las trabajadores de la OCB para colocar al activista y ex asesor de la CUP, Tomeu Martí, como coordinador de la entidad con sueldo. Los críticos consideran que se necesita otro perfil para impulsar la OCB y por ello bloquearon con sus votos el fichaje de Martí.

Canyelles fue la más votada por los socios de la OCB, lo que ocurre es que se cedió la presidencia a De Luis al ser el que encabezaba la lista.

Hasta cinco miembros de la junta directiva consultados han reconocido a este periódico que las reuniones son tan tensas entre los dos sectores enfrentados que en la mayoría de ocasiones "se termina a gritos y con palabras vejatorias entre ellos".

Josep De Luis admitió ayer que las tensiones existentes entre la junta directiva de la Obra Cultural, pero también comentó que "una entidad donde no existan discrepancias es una secta".

Lo cierto es que hay integrantes de la cúpula de la OCB que están meditando dimitir por sus discrepancias con el presidente y su hombre de confianza, el tesorero Jaume Fiol. A los pocos meses ya dimitió el profesor y periodista de Manacor Antoni Riera por los enfrentamientos que se originaban en la entidad cultural.

El presidente de la OCB también reconoció que los enfrentamientos tienen bloqueados por completo todos los pagos al no haber acuerdo de firma.