Las reservas de agua se mantienen en una situación de normalidad en Mallorca. Según los últimos datos de Medio Ambiente, al acabar el mes de julio los acuíferos y embalses de la isla se situan en el del 57 por ciento de su capacidad, por debajo del índice de hace un año pero mejor que hace dos años, en 2016, el peor de la última década. Sin embargo, no hay motivo para relajarse ni olvidar la presión sobre este recurso básico: con las escasas lluvias registradas en julio, con la previsión de un agosto seco y el elevado consumo de agua -principalmente por el aumento de la población a causa del turismo- durante este mes de agosto, la Conselleria alerta que "es muy probable que la unidad de demanda de Manacor -que suministra también a Felanitx, Vilafranca o Petra- entre en prealerta" y todo el sur de la isla y el norte de la Serra puedan entrar en prealerta a finales de septiembre.

Según los datos de la Conselleria de Medio Ambiente, los recursos hídricos de las islas bajan por segundo mes: en julio han pasado del 61 al 57% y también son peores que hace un años, cuando estaban en el 60 por ciento. Medio Ambiente señala un descenso generalizado de todas las unidades de demanda de Mallorca que cifra en un cuatro por ciento, aunque destaca como "los más significativos" los descensos de la del Migjorn -que afecta a Llucmajor, Porreres, Ses Salines, Campos y Santanyí- y de la de Tramuntana Nord -Sóller, Fornalutx, Escorca y Pollença.

La situación de las reservas hídricas de las islas es peor que en julio de 2017, a pesar que algunas unidades como la de Tramuntana Sud -Andratx, Estellencs, Calvià, Banyalbufar, Puigpunyent, Esporles, Valldemossa y Deià- o la de Artà -Artà, Sant Llorenç, Son Servera y Capdepera- han mejorado. En comparación al 2016, cuando las reservas en Mallorca quedaron con un 40 por ciento en sus peores datos en la última década, la situación es hoy mejor.