La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de Balears dio ayer por concluida la primera ola de calor de este verano confiando, además, que sea la última. Y lo hizo anunciando fuertes lluvias a primera hora de la tarde en el sur, interior y norte de Mallorca. Precipitaciones que, como adelantó, fueron más intensas en las localidades de Inca, Binissalem, Alaró, Orient y BinissalemAlaróOrientBunyola.
La Aemet había decretado una alerta naranja por fuertes lluvias y chubascos, que podrían ser en forma de granizo, en todo el interior de la isla y una alerta amarilla por esta misma causa en el sur y norte de la isla. Quedaron por tanto excluidas de estas fuertes precipitaciones la zona de la Serra y el Llevant de Mallorca, explicó María José Guerrero, delegada de la Aemet en las islas.
Entre las tres y cuatro de la tarde llovió con intensidad en Inca, donde se registraron hasta 30 litros por metro cuadrado y parte de las precipitaciones lo fueron en forma de granizo.
Once grados menos
"En Binissalem cayeron 29 litros por metro cuadrado en tan solo una hora, 9,8 de los cuales se registraron en diez minutos y los 19,2 restantes en tan solo media hora. Fueron, por tanto, precipitaciones torrenciales. También es reseñable que esta localidad, antes de la lluvia, registraba una temperatura de 34 grados que bajó hasta los 23 tras las fuertes precipitaciones", resaltó la delegada.
En Santa Maria se recogieron 10,6 litros por metro cuadrado, 7,8 en Sineu, 6 en Llucmajor y un litro se registró en la estación meteorológica de la UIB, detalló Guerrero, que añadió que las tormentas fueron más intensas en la zona de Inca, Binissalem, Alaró, Orient y Bunyola.
También informó la responsable de la Aemet en las islas que durante las tormentas de ayer tarde se contabilizaron hasta 230 rayos caídos fundamentalmente en las áreas citadas.
Estas fuertes precipitaciones en apenas una hora ocasionaron una serie de incidentes de escasa consideración. Así, Protección Civil tuvo que intervenir ante la caída de un árbol sobre un coche en Inca y Bomberos de Mallorca procedieron a achicar embolsamientos de aguas producidos tanto en viviendas como en algunas vías públicas de la capital de es Raiguer. Este último cuerpo de seguridad también fue requerido en la localidad de Lloseta.
"Desde primera hora de la mañana de hoy (por ayer) ya podemos dar por acabada la primera ola de calor de este verano, que confiemos que sea la última. Tenemos unas máximas de 33 grados en el aeropuerto, que ayer (por el domingo pasado) fueron de 38,7, de 33 también en la estación de Portopí, que registró el día anterior valores máximos de 37,4, o de 35 grados en sa Pobla, que ha reducido estos valores máximos casi dos grados (1,7) respecto a la jornada del domingo", detalló Guerrero, que concluyó, no obstante, recordando que el verano pasado la última ola de calor llegó en el mes de septiembre.
