El número de mujeres en situación de prostitución que se encuentran en Mallorca está registrando un apreciable incremento, que corre paralelo al aumento de su vulnerabilidad, según destacan los responsables de Médicos del Mundo en Balears. Durante los seis primeros meses de este año, la cifra de personas atendidas por sus servicios dentro de este colectivo ha crecido un 18%, especialmente entre las que se ven obligadas a trabajar en la calle.

En el primer semestre de este año esta organización ha atendido a 797 personas en situación de prostitución, lo que implica el incremento antes señalado. La coordinadora de Inclusión Social, Belén Matesanz, señala que este aumento del 18% se explica por varios factores, como es un inicio de la temporada turística más prematuro que el pasado año de la mano de la Semana Santa, una mayor actividad de Médicos del Mundo a la hora de acceder al citado colectivo, y también un aumento de la demanda vinculado al crecimiento en la cifra de población y de la recuperación del mercado laboral.

Un dato a tener en cuenta: durante el pasado año, la suma de los servicios de Médicos del Mundo, Casal Petit y Cruz Roja atendieron a 1.917 de estas personas, la mayoría de ellas con residencia en Palma, lo que refleja el alcance de este colectivo en las islas y más concretamente en Mallorca, teniendo en cuenta además que estas organizaciones no se relacionan habitualmente con la prostitución de lujo y tienen problemas para acceder a nacionalidades especialmente opacas, como las asiáticas.

En lo que va de año, el 94% de estas personas atendidas son mujeres, un 2% son varones y un 4% son transexuales, lo que refleja el alto grado de feminización que se registra en la prostitución.

¿Por qué además de su número está aumentando también su vulnerabilidad? Principalmente porque mientras desciende el grupo de mujeres que trabajan en clubs (impulsado por los cierres durante la crisis), que es el lugar en el que están más protegidas, aumenta el de las que lo hacen en la calle y en pisos (en estos últimos especialmente si están solas), según señala el coordinador territorial de Médicos de Mundo, Alberto Gundín.

Belén Matesanz apunta un problema adicional: las mujeres en situación de prostitución que trabajan en pisos registran una fuerte movilidad debido a la presión que en muchas ocasiones ejercen los vecinos, y cada cambio de casa supone hacer frente a alquileres más altos debido a la subida que éstos registran en la isla, lo que a su vez las obliga a tener que atender a un número creciente de clientes para poder afrontar los gastos, con el correspondiente deterioro de su situación.

Franja de edades

De las personas atendidas durante el primer semestre de este año, un 36% se mueve en edades comprendidas entre los 35 y los 44 años, junto a un 32% que están entre los 25 y los 34. Un 12% de ellas tiene menos de 24 años y un 14% está entre los 45 y los 54. Finalmente, un 6% supera los 55 años. En esta ocasión no se dan casos de menores de edad.

En relación a este último punto, hay que indicar que durante el pasado año el Casal Petit Petit, Cruz Roja y Médicos del Mundo atendieron a 18 personas en situación de prostitución (un 1% del total de ese ejercicio) con 65 años o más, unos casos que revisten un especial dramatismo por la enorme vulnerabilidad y deterioro que registran unas mujeres que a esas edades se ven necesitadas de seguir ejerciendo la prostitución para poder salir adelante, según puso de relieve Alberto Gundín.