La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de Balears ya da por concluida la primera ola de calor de este verano confiando, además, que sea la última. De hecho han lanzado una alerta naranja por fuertes lluvias y chubascos, que podrían ser en forma de granizo, en todo el interior de la isla y una alerta amarilla por esta misma causa en el sur y norte de la isla. Quedarían por tanto excluidas de estas fuertes precipitaciones la zona de la Serra y el Llevant de Mallorca, explicó María José Guerrero, delegada de la AEMET en las islas.

Estas fuertes precipitaciones propiciarán un descenso de los valores térmicos por lo que esta próxima noche, pese a que se registrarán todavía unas temperaturas propias de las noches tropicales (término que define las noches en los que el mercurio no baja de los veinte grados en su valor mínimo), se podrá intentar conciliar el sueño con un calor no tan extremo.

“Desde primera hora de la mañana de hoy ya podemos dar por acabada la primera ola de calor de este verano, que confiemos que sea la última. Tenemos unas máximas de 33 grados en el aeropuerto, que ayer fueron de 38,7, de 33 también en la estación de Portopí, que registró ayer valores máximos de 37,4, o de 35 grados en sa Pobla, que ha reducido estos valores máximos casi dos grados (1,7) respecto a la jornada del domingo”, explica Guerrero.

Durante toda la semana se producirán oscilaciones en las temperaturas máximas que bajarán en términos generales frente a las registradas durante esta ola de calor aunque seguirán por encima de los valores máximos medios habituales en esta época del año, 31 grados, detalla la delegada.

“Para el próximo viernes se espera un cambio con la llegada de un frente frío con vientos de componente norte que haran bajar las máximas, fundamentalmente en el norte de la isla, hasta valores de en torno a los 28 y 29 grados, entre dos y cuatro menos que los que tendremos durante esta semana de oscilaciones térmicas. En el este de Mallorca este descenso de las temperaturas será menos apreciable”, añade Guerrero.

Pero de forma más inmediata, a primeras horas de esta tarde, la delegada advierte de chubascos intensos en forma de tormenta en el sur, norte e interior de la isla, prácticamente por toda Mallorca exceptuando a la zona de la Serra y el Llevant. “Estas precipitaciones propiciarán un descenso de las temperaturas por lo que esta noche, que seguirá siendo tropical porque se parte de un día en el que se han registrado todavía valores máximos muy altos, se podrá conciliar mejor el sueño”, tranquiliza.

Las precipitaciones, que en algunos lugares pueden ser en forma de granizo, han motivado que la AEMET haya decretado alerta naranja en el interior de Mallorca y un aviso amarillo para el norte y sur. “Y a partir de mañana, martes, por las tardes pueden repetirse estos chubascos, aunque con menor intensidad que los de hoy. Estamos entrando en un cambio de tendencia, empezamos a ver el fin de la canícula aunque no se pueden descartar nuevas olas de calor como la que tuvimos el año pasado en el mes de septiembre”, advierte.

La delegada no descarta que algunas de las precipitaciones de esta tarde puedan alcanzar la intensidad de las lluvias registradas el pasado 22 de julio en Puerto Pollença cuando se llegaron a cuantificar hasta 26 litros por metro cuadrado en tan solo media hora,

Curiosamente, la primera ola de calor veraniega de este año ha coincidido en el calendario con la del verano pasado. “El año pasado fue entre el 2 y el 3 de agosto, cuando el valor máximo, de 42,5 grados, se registró en sa Cabaneta mientras que la mínima, de 28,9 grados, se alcanzó en la estación de Portopí”, recuerda Guerrero.

“Este año, la primera ola de calor la hemos tenido entre el 3 y el 5 de agosto. La máxima se registró ayer domingo en la Universitat, con un valor de 39,4 grados, y la mínima, también esta pasada noche, con 28 grados en Portopí”, concluye la delegada de la AEMET subrayando que ayer puede considerarse como el día más cálido de este verano hasta el momento gracias a otros valores máximos como los 38,7 grados del aeropuerto o los 38,1 hasta los que subió el mercurio en Binissalem o Santa Maria.