Mohamed Harrak, detenido en 2016 en el barrio de Son Gotleu acusado de ser un yihadista y finalmente absuelto, deberá cumplir una pena de tres años de prisión por tráfico de drogas. El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia condenatoria dictada por la Audiencia Nacional en octubre de 2017, contra la que Harrak presentó recurso de casación. El acusado alegó la escasa gravedad del hecho, ya que le fueron intervenidos 12,9 gramos de cocaína, compatible con la posesión para el autoconsumo, además de ser una persona con arraigo y trabajo estable.