El empresario británico Robert Maunder, socio fundador de la inmobiliaria First Mallorca, dedicada a la venta de viviendas de lujo en la isla, ha recuperado la gestión de la firma. Tras varios años de disputas personales y judiciales, ha llegado a un acuerdo para adquirir la mitad de las acciones de la empresa
Hace casi un cuarto de siglo que Maunder decidió establecerse con su entonces esposa en Mallorca y tuvo la visión de crear esta inmobiliaria, focalizada en la comercialización de viviendas de lujo para clientes, sobre todo extranjeros de alta capacidad económica. En el momento de la formalización ante el notario de la escritura de la sociedad, el empresario nombró a su mujer administradora única de la empresa, si bien el peso de la gestión y las grandes decisiones las tomó Maunder.
Hace más de tres años la pareja, que tiene dos hijos en común, decidió romper la relación. No fue una separación amistosa. A partir de ese momento la mujer, aprovechándose de su condición de administradora, decidió coger el timón del negocio, apartando a su marido de cualquier tipo de gestión relacionada con la empresa. Maunder seguía siendo socio, pero no controlaba la firma.
En su intento de recuperar el mando de First Mallorca, el empresario acudió al abogado Jaime Riutort. El letrado estudió la situación y detectó una serie de irregularidades en la gestión, que le llevaron a presentar una demanda en el juzgado de lo Mercantil, junto a una querella criminal. Para que este conflicto personal no afectara al futuro de la empresa, el asesor legal planteó que la solución más adecuada era que los socios llegaran a un acuerdo. Se estudiaría la situación económica de la inmobiliaria y después se plantearía una oferta económica. Cualquiera de los dos socios, si existía acuerdo, podía vender o comprar las acciones que no controlaba. Tras tres años de enfrentamiento judicial, finalmente Robert Maunder y su exmujer acordaron un calendario de negociación. Pusieron una fecha límite para presentar la oferta económica para comprar la mitad de la inmobiliaria. Quien finalmente presentó la oferta económica, valorada en varios millones de euros, fue el empresario a su exmujer. Heidi Stadler ha decidido aceptar el dinero que le ofrecía su exmarido. Esta decisión representa que pierde su condición de socia, de administradora y renuncia a cualquier vinculación con la inmobiliaria de lujo. Desde que se hizo cargo de la gestión apostó por una agresiva campaña de publicidad para popularizar su figura como empresaria de éxito.
La firma definitiva del acuerdo económico que afecta a esta importante empresa del sector inmobiliario se rubricó esta semana en una notaría de Palma.
El empresario británico ha conseguido el apoyo económico de un importante fondo de inversión extranjero, que le ha financiado la operación de compra de las acciones.
