En el portal de transparencia del Servei de Salut (www.ibsalut.es) estaban ayer disponibles los datos de las listas de espera sanitarias correspondientes al primer semestre del año. Unos datos que reflejaban que si bien había más pacientes aguardando tanto una consulta con el médico especialista como una cita en la que acudir al quirófano, también decían que la demora media se había rebajado mínimamente en ambos casos.

Así, a finales de junio había 35.682 personas esperando una consulta médica con un facultativo especialista, un 12,38% más que hace un año por las mismas fechas (31.750 lo hacían, esperaban, en junio de 2017), durante una media de 27,96 días. Un tiempo ligeramente inferior (-1,04%) a los 28,25 días que aguardaban los usuarios del IB-Salut para este mismo proceso hace un año.

En el caso de las intervenciones quirúrgicas, un poco más de lo mismo. A finales del pasado mes de junio había más pacientes esperando una intervención, 13.210 frente a los 11.854 de hace un año (un 11,44% más), pero lo hacían durante una media de 72,29 días, un promedio casi imperceptiblemente inferior que hace un año (72,41 días, un 0,16% más que este ejercicio).

Entre un proceso asistencial y otro, a mediados de año había casi 50.000 baleares (48.892) con una cita pendiente y aún no satisfecha con su sanidad pública.

Pese a que el director general del Servei de Salut, Juli Fuster, siempre recalca que lo importante no es el número de personas que esperan ser atendidas (aumenta la población y envejece, con lo que precisa de un mayor número de asistencias) sino el promedio de días que lo hacen, la rebaja en este apartado no es para sentirse muy satisfecho: en un año, la demora media para ser visitado por el especialista se ha rebajado en tan solo un 1,04%, mientras que la espera media para ser intervenido en un quirófano de cualquiera de los hospitales públicos de las islas se reducido en tan solo un 0,16%.

3.364 facturas

Además, a pocos meses de la recuperación del derogado decreto de garantía de demora, salvaguarda que permitía a todo usuario de la sanidad pública acudir a una clínica privada a cargo del Servei de Salut siempre y cuando un especialista no te visitase en menos de 60 días o un cirujano no te interviniese en menos de 180 días, había un total de 3.364 en situación de hacerlo y presentar después la factura al IB-Salut.

No obstante, la situación ha mejorado algo respecto al año anterior. A finales de este junio había 2.737 personas aguardando al especialista, un 14,79% menos que hace un año (475 menos en números absolutos). La rebaja en el número de personas que aguardaban más de seis meses ser intervenidos es menos alentadora, de tan solo tres pacientes (-0,48%). En junio pasado había 630 personas en esta situación frente a los 627 de apenas hace un mes.

Salud prevé que el decreto de garantía de demora, ahora en tramitación, vuelva a estar vigente a finales de septiembre.