El Papa Francisco es un ferviente creyente del poder de los exorcismos para expulsar al demonio de las personas que sufren "trastornos espirituales reales". De hecho, ha ordenado a todas las diócesis católicas del mundo que un sacerdote asuma la función de exorcista para combatir a Satanás.

En Mallorca no hace falta que se cumpla la orden de la Santa Sede. Desde hace décadas la Iglesia mallorquina cuenta con un exorcista en sus filas y practica una media de 25 ritos anuales con la finalidad de expulsar al demonio de las personas que se considera que están poseídas por el maligno.

Se trata de un conocido canónigo de la Seu de Mallorca que desde hace muchos años realiza esta función. Accedió a hablar con este periódico bajo la condición de preservar su identidad ante esta labor un tanto controvertida. El religioso relató de forma pormenorizada el rito. Indicó que primero le administran el sacramento de la unción de los enfermos, ya que la mayoría de personas que acuden a él son pacientes con dolencias graves o crónicas que en algunos casos pueden estar causadas por la posesión del maligno.

La Iglesia quiere preservar el secreto de todo lo que rodea a los exorcismos. Los sacerdotes de toda Mallorca son los que envían a las personas que creen necesitadas de tratarse espiritualmente con este rito. "Practicamos una media de dos o tres exorcismos al mes en Mallorca. Son personas que nos envían los sacerdotes de toda la Diócesis y una vez administrados el sacramento de la unción de los enfermos comprobamos si esta persona está poseída por el maligno", detalló el exorcista de la Iglesia de Mallorca.

A raíz de la recomendación del Papa Francisco de que todas las diócesis cuenten con un sacerdote para expulsar al diablo, aparecieron varias noticias de que incluso el Vaticano estaba organizando cursos para practicar el rito contra Satanás. No obstante, desde hace muchos años se realizan estos cursos que están impulsados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo que antes era la Santa Inquisición, el Ateneo Pontificio y la Congregación de los Legionarios de Cristo. El exorcista mallorquín aprendió el rito en uno de estos cursos que duran alrededor de una semana. Acuden a ellos en su mayoría especialistas en teología y derecho canónigo.

El rito del exorcismo

Los exorcismos se inician mediante la lectura de toda una serie de plegarias iniciales. Acto seguido se proclama la letanía de todos los santos, la renovación de las promesas del bautismo y la afirmación de la Fe en el catolicismo.

Existen dos textos diferentes para arremeter contra la posesión del diablo sobre las personas. Uno más antiguo que, según el exorcista de Mallorca, es mucho más duro con palabras vehementes para conseguir expulsar a Satanás y otro más moderno que cumple la misma función, pero se considera más moderado. Fue el cardenal Ratzinger (quien fuera el papa Benedicto XVI) quien estando al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe autorizó la utilización de los dos textos. En Mallorca utilizan uno u otro en función de la persona poseída.

"Son textos largos -explica el religioso exorcista de Mallorca- que invocan la acción de Dios sobre la persona y pidiendo que el maligno deje de atormentarlos". Añade que son palabras imperativas que reclaman la fuerza del espíritu. Después de exponer los textos, que van directamente contra la acción del demonio, se pronuncian varias plegarias de acción de gracias dirigidas a la Virgen.

El proceso culmina salpicando o rociando al poseído con agua bendita con sal y alzando un Cristo ante sus ojos para que culmine la acción de erradicar la presencia del maligno. "El agua bendita con sal se considera que es la fuerza del espíritu", recordó el religioso exorcista de Mallorca.

Pese a que el papa Bergoglio es de los primeros en hablar del influjo de Satanás sobre las personas, también ha reclamado calma a sus sacerdotes a la hora de determinar si una persona sufre influencias demoníacas o trastornos mentales. De hecho, un estudio de la propia Santa Sede apunta que los endemoniados son solo entre un 2% y un 3% de los tratados, el resto son personas con verdaderos problemas psicológicos o psiquiátricos.

El exorcista mallorquín concluyó su explicación con una frase de Francisco: "El Papa siempre ha dicho que las personas llevamos al maligno dentro del bolsillo, ya que el demonio adora el dinero".