La Conselleria de Servicios Sociales destinará 1,2 millones de euros a financiar durante un año por primera vez un servicio de apoyo en el domicilio a personas con problemas de salud mental, que llevarán a cabo entidades del tercer sector.

Ayudarlas a levantarse, a ducharse o a cocinar o bien acompañarlas al trabajo o a hacer la compra son algunas de las necesidades que verán cubiertas estas personas con una discapacidad igual o superior al 33% asociada a un diagnóstico de salud mental, según explicó ayer la consellera Fina Santiago.

"El objetivo es potenciar al máximo su capacidad de autonomía y que cada persona pueda residir en esa vivienda de la forma más autónoma posible", señaló la consellera.

Atenderán a ochenta personas en función de las necesidades que tenga cada uno, de manera que a 50 de ellas se les ofrecerá atención de alta intensidad y a 30 de baja intensidad.

Santiago destacó que se trata de un "servicio de atención especializado en el hogar donde se encuentra la persona que lo necesita" y explicó que la intensidad determina las horas de atención que recibirá cada uno en función de sus necesidades.

El acceso a este servicio siempre será de carácter público y a partir de una valoración objetiva por parte de técnicos que estudiarán cada solicitud.

La consellera consideró que el acuerdo firmado ayer supone "un paso cuantitativo y cualitativo importante" en el objetivo que persigue su departamento de crear esta misma legislatura una estructura básica de atención para personas con diagnóstico de salud mental y certificado de discapacidad.

La ayuda a domicilio se suma a las 211 plazas disponibles para este colectivo en los centros ocupacionales -181 de ellas concertadas y el resto públicas por 1,5 millones al año-, por las que han pasado en total 345 personas en lo que va de legislatura.

El nuevo servicio público de apoyo en la vivienda para personas con diagnóstico de salud mental se ha concertado con cuatro entidades del llamado tercer sector: Fundación Deixalles (atenderá a 15 personas con apoyo de baja intensidad y 7 de alta); Es Garrover (11 de baja y 17 de alta), Estel de Llevant (11 de baja y 17 de alta) y Gira-sol (13 de aja y 9 de alta).

El gerente de Estel de Llevant, Guillem Febrer, calificó como "un hito" poder gestionar este servicio "porque da respuesta a necesidades básicas de las personas".