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Entrevista

"Quiero creer que Casado no se habría presentado si no tuviera claro el tema del máster"

Biel Company, presidente del PP en las islas, asegura que el nuevo líder popular "comparte" con él que hay que "defender las dos lenguas cooficiales"

Entrevista a Biel Company, presidente del PP balear

Entrevista a Biel Company, presidente del PP balear

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Entrevista a Biel Company, presidente del PP balear Alexander Cortés

Al final, da la sensación que al PP y especialmente al PP balear la salida de Mariano Rajoy no les ha ido mal. Al contrario.

Es cierto que el cambio en Madrid nos dio una oportunidad. Rajoy dio un paso al lado para la renovación, nos hemos renovado y, efectivamente, salimos más fuertes de cara al futuro. El PP balear también tiene ahora una presencia más importante en el Comité y en la Junta Directiva del PP.

El PP balear mantuvo la neutralidad en las primarias, pero el peso del partido, con cuatro cargos de las islas, en la cúpula de Pablo Casado sugiere que no era tan neutral. Eso o que hubo mucho trabajo en los despachos.

No. Aquí hemos mantenido la imparcialidad hasta el final y no nos hemos decantado por ninguna candidatura. No hubo consigna ni directriz alguna ni en la primera ni en la segunda vuelta.

Entonces, ¿cómo explica esa mayor presencia del PP balear?

Fue Pablo Casado quien quiso que hubiera dos personas del PP balear en el Comité Ejecutivo y dos en la Junta Directiva. Ha querido trabajar con gente que conoce desde hace tiempo. Casado coincidió tanto con Toni Fuster, con Llorenç Galmés como con Marga Prohens cuando estaban en Nuevas Generaciones. Estamos hablando de políticos relativamente muy jóvenes. Con Casado yo también he tenido siempre una buena relación. Siempre me ha dado un trato exquisito.

Dijo que la confianza con Rajoy era tal que le llamaba Biel. ¿Casado también le llama Biel?

Sí, Casado también siempre me ha dicho Biel. Soy una persona próxima. Siempre todo el mundo me ha llamado por mi nombre. Pero no deja de ser una anécdota.

Defienden que la línea regionalista del partido en las islas es compatible con Casado. Pero no todo el mundo piensa lo mismo.

Cuando Casado vino a Palma ya hablamos de nuestras singularidades y particularidades. Conoció nuestra visión y encontramos en él total comprensión por las diferencias que podemos tener por ser unas islas o tener una lengua propia y que deben contribuir a la riqueza de España. Él está totalmente alineado con esa visión.

¿Habló con Casado específicamente de la postura del PP balear en relación con el catalán?

De lo que hablamos es que el proyecto del PP balear, que pasó por un congreso, pasa por defender las dos lenguas cooficiales que tenemos aquí y incorporar lenguas extranjeras. Es un proyecto que Casado comparte. Tenemos dos lenguas cooficiales y hay que defender su equilibrio.

Precisamente, sorprende que le vaya bien el que era el candidato del que fue su rival en ese congreso, José Ramón Bauzá.

Entiendo que a veces hay que vender noticias, pero las ideas del PP hace años que están sobre la mesa. Los candidatos que se presentaron, todos, defendían las mismas ideas. Pensar que si ganaba uno u otro el PP iría en una línea u otra es desconocer el PP. El partido también marcó sus líneas a nivel nacional hace año y medio.

Entonces, ¿no cree que con Casado el PP gire a la derecha?

Creo que Pablo Casado lo que quiere hacer es defender los valores de siempre del PP. Lo que me hubiera sorprendido es que Casado hiciera un giro a la izquierda. Eso me hubiera sorprendido. Aquí lo tenemos clarísimo. Somos de centro-derecha y regionalistas.

¿No le preocupa el máster?

Quiero creer que si Pablo no hubiera tenido claro el tema no se habría presentado. Hemos vivido miles de episodios que parecían tot lo món y que han acabado en nada. Cuando salga el toro ya lo torearemos. Eso si es que sale.

¿Podría soportar el PP después de todo que su nuevo presidente fuera ahora imputado?

Es posible pero muy poco probable. Esto de decir hoy qué pasará si pasa otra cosa mañana...Hay que estar pendiente de lo que son certezas. No podemos dejarnos arrastrar por informaciones que son mentira o medias verdades. Debemos esperar a ver qué pasa.

Además de relevo en el PP ha habido cambio en el Gobierno y, aquí, en la Delegación. Con los dolores de cabeza por los recursos de María Salom, también parece que no les ha venido mal.

El cambio de Gobierno en Madrid ha sido muy negativo para Balears. A nivel de aquí, hubo discrepancias sobre las actuaciones que se llevaron a cabo en un momento dado. Yo mismo salí defendiendo la carrera profesional y avisé que desde el PP balear batallaríamos. De hecho, fue el PP quien presentó la enmienda para blindarla en el Parlament y que tuviera cobertura. Hubo conflicto, sí, y se vio que no íbamos en la misma línea que el Gobierno.

¿Salom le movía la silla?

Nunca ha sido así. Quien lo ha dicho sólo ha querido desestabilizar al PP. Con María Salom tengo buena relación y desde un principio hicimos broma con este tema.

El cambio de Gobierno ha supuesto un punto de inflexión en la negociación del Régimen Especial (REB). Usted asegura que con el exministro Cristóbal Montoro había acuerdo por 380 millones. El Govern lo niega y Més le pide que enseñe el texto.

Nosotros salimos cuando la presidenta Armengol y Cladera salieron a decir que ahora habría un buen REB. Para saber si es cierto, salimos para informar de qué acuerdo había con Montoro. Había tres bloques: fiscalidad, descuento aéreo e inversiones. Entre todo sumaban 380 millones. Faltaban, para nosotros, algunas cosas, como líneas de inversión en I+D+i, pero que tenía el compromiso del Gobierno que estarían. Se lo puedo enseñar. Se lo enseñé a Jaume Font. Me lo pasó la propia Armengol para hacer presión. Lo que me alucina es que Més, Més per Menorca y Podemos lleven un año sin saber nada de las negociaciones del REB. Yo me ofrezco a enseñárselo si la consellera Cladera no se lo quiere enseñar.

Entonces, ¿está dispuesto a enseñar el documento a Més?

Sí. Se lo hemos dicho. Si no se lo enseña Cladera, se lo enseñaremos nosotros. Qué remedio. El PSOE no sólo no quiere compartir la medalla con el PP, sino que no la quiere compartir ni con sus socios. Ni con Més ni con Podemos.

En su partido dan por hecho que será el portavoz en el Parlament a partir de septiembre.

Está por decidir. Con Marga Prohens tenemos una muy buena portavoz y no tenemos prisa.

¿Se ve presidente en 2019?

Hay que hacer como dice Simeone: partido a partido. Ahora hay que trabajar por el proyecto y para volver a gobernar. No sabemos qué ha hecho el Pacto para que la gente viva mejor: en movilidad es un desastre, la vivienda nunca había estado tan cara, ni una vivienda de protección oficial, ni una medida para hacer crecer el empleo. Sólo trabas, prohibiciones e imposiciones. Viven de rentas y ahora ya tenemos una bajada del 20 por ciento en las cajas de los negocios turísticos. No podemos dormir en los laureles.

Lo que parece imposible es que gobierne sin pactar. ¿Confía para eso en Ciudadanos y El Pi?

Eso está muy lejos. Iremos a ganar y ser el partido de referencia. Creo que los pactos están bien y, de hecho, la izquierda está nerviosa porque ve que ahora somos nosotros quienes podemos llegar a pactos. Ya veremos cómo y con quién después de las elecciones.

¿Se arriesgaría el PP a otro conflicto con la comunidad educativa como la legislatura pasada para pactar con Ciudadanos?

El PP no quiere abrir conflictos. Nosotros evitaremos los conflictos. Hay que gestionar con seny.

El líder del Pi, Jaume Font, dice que él no debe demostrar que es regionalista y que si usted lo es lo debe ser a su manera.

Si Jaume se ha sacado el carné de regionalista que me diga en qué escuela. No quiero competir con él. Sabe que soy tan o más regionalista que él. Todos sabemos de dónde venimos. Entiendo que intenta diferenciarse del PP en el que nació y del que salió y buscar más diferencias de las que tiene.

Se manifestaron con Mos Movem en contra de que el catalán sea requisito para los médicos. ¿No contradice esa línea regionalista que ustedes defienden?

No, en absoluto. En esta comunidad hasta que llegó el primer Pacto la lengua no había sido nunca un tema de confrontación. Lo es cuando rompes los equilibrios. Lo que decimos nosotros es que la lengua no puede suponer una merma de la sanidad pública. De 7.000 quejas formuladas por usuarios, lingüísticas sólo hay cinco o seis y habría que ver cuánto tienen de ideológicas. Llevar el conflicto a la sanidad es un error aún mayor cuando aquí tenemos que traer profesionales de fuera. Es incluso un flaco favor para nuestra lengua. La gente que viene tiene que querer aprenderla y hablarla pero no por imposición.

¿Marga Durán será la candidata del PP en Palma?

No está decidido. Cuando toque se hablará. Marga Durán es la presidenta del PP de Palma y una persona muy comprometida.

¿Repescará a Mateo Isern?

Tengo muy buena relación con él. La gente habla y cuenta cosas pero no hemos abierto el melón.

¿Y al Consell? ¿Sebastià Sagreras o Llorenç Galmés?

Los dos podrían serlo. Son dos puntales del partido y lo han demostrado en sus municipios.

Otra persona que parecía que sería de peso con usted es Martí Sansaloni. ¿Tendrá más protagonismo a partir de 2019?

Cada uno debe manifestar qué voluntad tiene. Martí es un puntal, pero en un determinado momento pidió quedar en stand by; ahora deberá decir qué disponibilidad y disposición tiene.

Han anunciado una propuesta de rebaja fiscal para después del verano. ¿Confía en que Armengol se la pueda comprar?

No, en absoluto. Pero creemos que ahora que se puede hay que dar aire a la gente. La sociedad sufrió mucho durante los años de la crisis y hubo que pedirles sacrificios porque en 2011 esta comunidad había quedado en quiebra. Ahora hay que devolvérselo. Hay que bajar los impuestos y hacer que 200 o 300 millones de euros que ahora están en la caja del Govern estén en el bolsillo de los ciudadanos. El Govern tiene 1.350 millones y ahora se pueden bajar.

Si llega al Govern en 2019, ¿mantendrá la actual ecotasa?

Ya veremos qué encontramos en 2019. Si hubiera que mantenerla, los fondos deberían destinarse a medidas medioambientales para favorecer el sector turístico, sobre todo en infraestructuras hidráulicas o en arreglar algunas zonas turísticas. Lo que tenemos claro es que volveríamos atrás lo de doblarla y en que en temporada baja la dejaríamos a cero para la desestacionalización.

¿Como regularía el PP el alquiler turístico en Balears?

El Govern de Armengol lo ha hecho con la ley Frankenstein de Biel Barceló y luego en los Consells ha hecho más 'frankensteins' pequeños y ha llevado al caos. Bien gestionado el alquiler turístico es bueno. Debe estar controlado y cumplir una serie de requisitos. Aquí se ha querido demonizar y decir que era el responsable de la situación de la vivienda, que algún efecto tendrá, pero que realmente se debe a la nula gestión en vivienda. Desde 2015 hasta aquí no han hecho ni una sola vivienda de protección oficial. Ni una sola.

Armengol dice que usted tampoco hizo como conseller.

Nosotros hicimos la promoción de Formentera, que es la única que ha podido inaugurar ella. No hicimos más porque no había el problema de ahora y porque debí centrarme en pagar 40 millones pendientes de ayudas que me dejó el conseller Carbonero.

El PP dejó el alquiler de pisos a turistas fuera de la ley turística. ¿Los volvería a dejar fuera?

Lo que decía la ley es que se podían alquilar a través de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Siempre y cuando no ofrecieran servicios turísticos, como dar el desayuno o cambiar las sábanas.

Mientras han iniciado su campaña de respuesta a las protestas contra el turismo, el Govern les reprocha que Casado propusiera suspender la libre circulación de personas en Europa. ¿Se equivocó Casado?

Quien se equivoca es la consellera de Turismo, Bel Busquets, y la presidenta Francina Armengol cuando no condenan los ataques al turismo o la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, no persiguiendo a quien ha hecho las pintadas en hoteles. Y sale Bel Busquets y habla de Schengen que, seguro, no sabe ni lo qué es.

¿Qué piensa usted pero de las declaraciones de Casado sobre la suspensión de Schengen?

Casado hizo esas declaraciones en un contexto en el que hablaba de Carles Puigdemont, en un tema que no tiene nada que ver con el turismo. Hay quien lo ha querido sacar de contexto y es mezclar sobrasadas con patatas.

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