El que fue durante más de una década párroco de Selva, Antoni Cano Oleo, de 75 años, no podrá ejercer nunca más como sacerdote ni pública ni privadamente. Cuelga los hábitos tras verse forzado a ello por el Obispado de Mallorca, cuyo Tribunal Eclesiástico le considera culpable de abuso sexual a menores de edad durante años, mientras era rector de Selva y posteriormente de otras localidades. Con él ya son tres los curas mallorquines que han sido sancionados eclesiásticamente por pederastia. El primero fue el expárroco de Can Picafort, Pere Barceló, que cumple una pena de seis años en la cárcel de Segovia tras haber sido condenado paralelamente por la Justicia civil; y más recientemente el exprior del santuario de Lluc, Antoni Vallespir, al que se le ha prohibido oficiar misas en público y tener el menor contacto con niños. El todavía religioso tiene recurrida la sentencia ante la Santa Sede.

Según fuentes eclesiásticas, Antoni Cano tenía asumido que sería expulsado de la Iglesia tras concluir la investigación interna iniciada contra él hace tres años: entremedias, pidió la dispensa al Vaticano, que se la ha concedido. De este modo evita la condena canónica y en determinados ámbitos puede vender una salida más digna, ya que la pena impuesta hubiera sido la más grave para un miembro del clero.

Sobre las diez de la mañana de ayer, la Iglesia mallorquina hacía público un comunicado informando del pase al estado laical de Cano, a la vez que como institución pedía el "perdón sincero" a las víctimas del ya excura. El Tribunal Eclesiástico de Mallorca ha concedido veracidad a las denuncias interpuestas contra el expresbítero, si bien no ha desvelado cuántas víctimas han acudido a aportar su testimonio y pruebas. Sí se sabe que la principal es un antiguo monaguillo del pueblo de Selva, en donde Cano fue rector en los años 80. Este hombre relató un sinfín de agresiones sexuales mientras era un niño, asegurando que el presbítero en ocasiones incluso le drogaba para conseguir sus fines sexuales. El caso llegó a un juzgado de Inca, pero fue archivado por prescripción.

La investigación eclesiástica siguió su curso, y en 2015 se prohibió a Cano como medida cautelar el ejercicio público del ministerio. Suspendido desde entonces, el acusado solo podía celebrar la eucaristía en la intimidad, sin poderse acercar al altar de ninguna parroquia ante feligreses.

En la nota oficial difundida por la diócesis de Mallorca, se explica que "una vez finalizada la investigación previa, este caso se encontraba en fase de proceso administrativo penal". Se añade que Cano "solicitó la dispensa del ejercicio público y privado del ministerio", que "le ha sido concedida por la Congregación para la Doctrina de la Fe". El cardenal mallorquín Luis Ladaria está al frente de la misma en Roma y ha participado en el procedimiento disciplinario, que "queda finalizado" con el "abandono" de Cano, reza el comunicado. Con la renuncia sacerdotal, Cano esquiva formalmentela condena canónica, que le habría supuesto el mismo resultado de facto.

El Obispado de Mallorca quiso "manifestar públicamente su proximidad a las víctimas de estos abusos y pide sincero perdón". La Iglesia de la isla, dirigida ahora por el obispo Sebastià Taltavull, señala que "desde el primer momento se ha adherido a la doctrina de tolerancia cero ante los abusos a menores" por parte de sacerdotes, "impulsada por el papa Benedicto XVI y continuada por el papa Francisco", recuerda. Precisamente ayer, el Pontífice aceptó la renuncia del cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington (EE. UU.), también acusado de pederastia, en lo que supone una decisión de calado dentro de la Iglesia católica.

Absuelto por la Audiencia

La Audiencia de Palma absolvió el pasado mes de enero a Cano de un delito de abusos sexuales a una niña, al considerar que no había suficientes pruebas de cargo para condenarle. Ante las versiones contrapuestas, los magistrados optaron por dejar en libertad al sacerdote. Los supuestos hechos se remontaban a 2015, por lo que de haberse confirmado, no habían prescrito. No ha trascendido si el Tribunal Eclesiástico de Mallorca también le ha investigado por esta causa.