Cuarenta y dos de los cuarenta y tres jefes de servicios médicos de Son Espases han firmado una carta en la que critican con dureza la distribución de los incentivos económicos correspondientes al año pasado por la consecución de determinados objetivos asistenciales que ha llevado a cabo su director gerente, Josep Pomar.

El Servei de Salut decidió el año pasado recuperar el pago de estos incentivos suspendido con motivo de la crisis desde el año 2010, siendo conseller de Salud Vicenç Thomàs y director general del IB-Salut el propio Pomar que hoy dirige el hospital de Son Espases.

Miguel Lázaro, presidente del Sindicato Médico (Simebal), en nombre de los jefes médicos, detalló los efectos de este reparto en el hospital de referencia resaltando que estos emolumentos han sido cobrados tan solo por 19 de los 43 servicios asistenciales.

“Solo han percibido estos incentivos 216 facultativos de los 786 que conforman la plantilla del hospital. Y los primeros cobrarán 564,67 euros por el esfuerzo desplegado a lo largo de todo el pasado año”, lamentó, lo que calificó de remuneración insuficiente.

Según sus cálculos, tan solo percibirán estos incentivos en sus nóminas de este mes un 25% del personal facultativo y titulado superior, un 60% del personal sanitario y de enfermería y un 15% de la plantilla de gestión y administración del hospital de referencia.

Solo faltó una firma

En la misiva remitida por los jefes de servicio tanto al director general del IB-Salut, Juli Fuster, como al propio Pomar -y de la que Lázaro destacó que había sido firmada por todos los responsables médicos, incluso por los de los departamentos que sí han percibido los incentivos, excepto por uno: el doctor Javier Murillas que, como se recordará, acaba de ser nombrado jefe del servicio de Medicina Interna. Puesto al que optó, y consiguió, siendo el director médico del hospital-, los facultativos aseguran que la distribución de los incentivos “ha sorprendido tanto a los servicios cumplidores como a los no cumplidores”.

También lamentan que se hayan visto “penalizadas coberturas de incapacidades laborales o bajas maternales” o que se haya penalizado por la existencia de listas de espera a “servicios que se encuentran al máximo rendimiento de los recursos asistenciales”. Asimismo, reclamaron que se diferencie el exceso de gasto no justificado de aquellos que son consecuencia de nuevas indicaciones o prestaciones. Por su parte, Josep Pomar subrayó que solo cobran incentivos los que cumplen los contratos de gestión firmados con el IB-Salut.

El año que viene cambiará

“Para el año pasado había dos bolsas de 450.000 euros cada una, una que recompensaba el cumplimiento de resultados por parte de todo el hospital y que no se ha pagado porque gastamos algo más de lo previsto en capítulo I (personal), y la otra que remuneraba la consecución de objetivos por parte de los servicios médicos. Y yo no puedo recompensar a unos departamentos que no han cumplido porque estaría cometiendo una ilegalidad e Intervención (de la CAIB) actuaría contra mi”, explicó Pomar que, no obstante, reconoció que el baremo aplicado este año no era perfecto y prometió que el año que viene se modificará.

Lázaro no aceptó estas explicaciones contraponiendo que los otros hospitales públicos de la isla han decidido realizar un pago lineal a todos sus empleados, calificó a Pomar de “pirómano” que ha creado un conflicto innecesario al no actuar de la misma manera y reveló que el lunes pedirán al IB-Salut que les informe sobre qué personal directivo de las diferentes gerencias del Servei ha cobrado incentivos y la cuantía de los mismos.