En la madrugada del pasado lunes el sur de Grecia empezó a arder de manera descontrolada, siendo el incendio más grande de la historia del país heleno. Hasta ahora se han contabilizado 8o muertos y 187 heridos, de los cuales 71 están hospitalizados8o muertos y 187 heridos, de los cuales 71 están hospitalizados. Además, según medios griegos, hay más de cien desaparecidos.
Dídac Devesa es un joven de Esporles que hasta hace poco jugaba al fútbol profesional en Grecia y que recientemente fichó por un equipo chipriota. Por su parte, Ángela Sidiropoulou es la esposa del exjugador del RCD Mallorca y del PAOK de Salónica Toni González, que ya está retirado del fútbol, y juntos pasan cada verano en la isla balear. Ellos dos cuentan como los helenos han vivido este incendio, que ha provocado la declaración de estado de emergencia en Grecia, además de un luto de tres días.
Ángela Sidiropoulou, natural de Kilkis (Salónica), vive desconcertada la tragedia del fuego que ha arrasado parte de la costa del sur de Atenas. "Lo que me pone más triste es que han encontrado a madres abrazadas a sus hijos quemados y ahora hay padres que están buscando a sus hijos que del pánico se han perdido", señala Ángela, que explica como la gente se abalanzó "de las rocas al mar para salir de las llamas, y hubo algunos que al saltar murieron".
Asimismo, tras ser preguntada si los incendios pudieron haber sido intencionados, Sidiropoulou tiene claro que el desastre ocurrió con todos los fenómenos climáticos en contra. "La temperatura el día del incendio era de 35 grados y en dos horas, desde las cinco hasta las siete, el viento era muy fuerte; la gente dijo que no había visto este viento en su vida. Por eso, en quince minutos ocurrió toda la catástrofe", declara.
Ángela, además, añade una situación "muy mal" por el parón total que ha sufrido todo el país en estos últimos días. Ella, como mucho de sus vecinos, están ayudando en la medida de lo posible. "Aquí en la Iglesia ya desde ayer nos piden ropa y comida de conserva para toda la gente sin casa que está refugiada en hoteles y también en los ayuntamientos", afirmó Sidiropoulou, que destaca la tarea de muchos pescadores que "ayudaron a la gente a llevarles a otras playas y a sacarlas del incendio".
Por otra parte, también explica como los medios griegos están informando del desastre de una forma en la que estos "dan la responsabilidad al gobierno quejándose que no estaban preparados para una situación así", aunque Ángela traslada que no han confirmado "si han detenido a alguien", relacionado con la posibilidad de tratarse de un ataque perpetrado por pirómanos.
Dídac, aunque actualmente no reside ahí, ha estado viviendo durante más de dos años y tiene muchas amistades en ese país. Desde un primer momento sus conocidos le han informado de que "en según que sitios no existen las infraestructuras necesarias preparadas para combatir inundaciones o incendios como estos."Él explica que muchos pudieron huir y ya se han visto fotografías de gente calcinada abrazándose.
Además, según informa, muchas entidades están intentando recoger dinero para los afectados. El Olympiakos ha dicho que dará un millón de euros o dinero de entradas de Champions, entre otras cosas, pero igualmente "esta gente nunca podrá volver a su zona porque ha quedado devastada, además que había barrios muy pobres".
Dídac explica que por las redes sociales se pedía "rezad por Grecia" pero la gente no quería rezos, sino actuaciones. También hay entidades que han abierto cuentas bancarias para meter dinero destinado a los afectados, "pero por desgracia la lista de muertos y hospitalizados no para de crecer".
Carta de los bomberos
Según el medio digital griego Topontiki.gr, el pasado 19 de julio la dirección de los bomberos envió una carta al Gobierno de Grecia alertando de que, al ser un país del Mediterráneo, corren el riesgo de tener incendios por las altas temperaturas. Por esto, los bomberos informaron que no tenían el personal necesario y el equipamiento era inadecuado. Cuatro días después de enviar la carta, las tierras del sur de Atenas empezaron a arder hasta convertirse en el mayor incendio de la historia.
