Balears es la segunda comunidad autónoma con menor porcentaje de superficie costera urbanizada con el 7,2 por ciento de terreno “degradado” por este motivo, según han apuntado la organización ecologista Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad a través de su informe A Toda Costa 2018.

Cataluña (26,4%), la Comunitat Valenciana (23,1%) y Andalucía (15,4%) encabezan esta lista de superficie costera urbanizada y degradación del paisaje, y Asturias es la otra cara de la moneda, con solo un 6,7% del litoral construido.

El informe apunta que el 80 por ciento de los recursos ambientales que provee la costa española está "en recesión" debido a la urbanización masiva, según el informe. El estudio señala que en los últimos 30 años, coincidiendo con la aprobación de la Ley de Costas de 1988, la superficie de costa urbanizada se ha duplicado, pasando de 240.000 a 530.000 hectáreas, lo que supone que un 13,1 por ciento de la costa española está urbanizada frente al dos por ciento del interior.

La responsable de Biodiversidad de Greenpeace, Pilar Marcos, ha asegurado que la Ley de Costas y la Ley del Suelo, aprobada hace 20 años, otorgó una gran potestad a los municipios para urbanizar en la costa, y ha lamentado que en los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) tan solo el siete por ciento destinado a la costa es para su preservación.

Greenpeace ha remarcado que los ecosistemas costeros proporcionan bienes y servicios ambientales claves para el desarrollo económico y social, y son el "salvavidas" para adaptarse a los impactos del cambio climático, ha explicado la responsable de la campaña de Costas de la entidad ecologista, Paloma Nuche.

Motivos de la degradación

El informe apunta que la degradación del paisaje costero balear se debe a dos motivos: por una parte, la urbanización para residencias "especialmente turísticas" y, por otra parte, las zonas quemadas por los incendios forestales recientes, que impiden que el ecosistema natural proporcione bienes y servicios.