Cinco años después de ingresar en prisión, Maria Antònia Munar disfruta desde esta tarde de su primer permiso penitenciario. Estará tres días alejada de los muros de la cárcel de Palma, después de que la semana pasada la Audiencia de Palma decidiera concederle dicho permiso, en contra de la opinión de la Junta de Tratamiento de la prisión y del juez de vigilancia penitenciaria.

Munar está condenada a cumplir 14 años de cárcel y debido a que todavía le falta mucho tiempo para terminar la condena, era el principal argumento que utilizó el juez de vigilancia penitenciaria para negarle los permisos de salida. Sin embargo, el tribunal de la Audiencia entendió que sí merecía salir unos días en libertad, dado que Munar ya reconocía que había cometido los delitos por los que había sido condenada e iba asumiendo sus responsabilidades económicas, devolviendo el dinero al que había sido condenada.

Durante estos breves tres días, la expresidenta del Consell estará tutelada por su marido, quien precisamente fue la persona que acudió a las puertas de la cárcel para recogerla. El marido también es el responsable de que el próximo lunes, a la misma hora en la que ayer salió, regrese de nuevo a la prisión para seguir cumpliendo el resto de la condena que aún le queda por cumplir. Durante estos tres días la expresidenta de Unió Mallorquina permanecerá en su domicilio de Consell. La única obligación que le han impuesto los jueces es que a diario se presente ante un cuartel de la Guardia Civil. Es la medida que determinó la Audiencia para evitar un hipotético intento de fuga.

En los últimos meses la Junta de Tratamiento de la cárcel había rechazado las peticiones que había planteado Munar para disfrutar de sus primeras salidas en libertad. El abogado defensor aportó en el recurso que presentó en la Audiencia un reciente informe del psicólogo de la cárcel, que señalaba el cambio de actitud de la reclusa que, además de tener una buena relación con los funcionarios y de participar en las actividades que se organizaban en el centro, estaba reconociendo su culpabilidad en los delitos por los que había sido condenada.

Munar no quiso realizar declaraciones al verse rodeada por un numeroso grupo de periodistas gráficos que esta tarde han acudido a la cárcel para tomar las primeras imágenes de la salida de la que fue la política más poderosa de Mallorca.