La situación en el sector balear de la limpieza se caldea cada vez más, hasta el punto de tener convocadas ya dos huelgas en plena temporada turística, cuyo desarrollo puede tener un impacto especialmente notable en los aeropuertos y en los hospitales, entre otras instalaciones. Tras los paros indefinidos convocados a partir del 1 de agosto por CC OO y SITEIB, ayer UGT hizo pública una nueva convocatoria para una huelga de dos días durante el 31 de este mes y el 1 del siguiente.

La convocatoria de dos protestas diferentes en el mismo sector refleja las diferencias existentes entre los sindicatos (UGT es de los tres el que tiene una menor representación), pero muy especialmente las fuertes diferencias que hay entre las posturas mantenidas por la patronal y los representantes de los trabajadores.

Los argumentos expuestos para justificar las dos movilizaciones son similares: se denuncia la postura inmovilista de las empresas en la negociación y una actitud “rácana” a la hora de plantear una mejora en las retribuciones, según los términos usados ayer por UGT. Además, este sindicato critica que se pretenda imponer una penalización ante el absentismo cuando éste no venga justificado por una baja médica.

Mientras que las patronales del sector (ASPEL y ABENET) han llegado a poner sobre la mesa una oferta con una mejora de las retribuciones del 6% para un conjunto de cinco años, CC OO y SITEIB pretenden elevar este porcentaje a un 25% en cuatro años. Por su parte, UGT rebaja esta demanda hasta un 18% en cuatro ejercicios.

La secretaria de UGT-Limpieza, María Llanos, justifica esa mayor moderación en la reivindicación salarial alegando la necesidad de acercar posturas y evitar el estancamiento de la negociación. Además alega que una huelga indefinida supone un sacrificio excesivo para los trabajadores.

Por su parte, el secretario general de CC OO-Servicios y Construcción, Miguel Ángel Pardo, señala que su propuesta pretende que una vez aplicada la subida salarial correspondiente a este año, el salario mínimo en el sector alcance los 1.000 euros mensuales, con una primera subida para 2018 que este sindicato y el SITEIB fijan en un 5,5% y UGT limita a un 4%, en ambos casos muy lejos de la oferta empresarial.

Esta distancia entre las partes hace que haya pocas esperanzas de que se pueda llegar a un acuerdo en la reunión que hoy se va a mantener en el tribunal de arbitraje de las islas (TAMIB), y las expectativas se están dirigiendo a la intervención que la conselleria de Trabajo puede realizar para intentar aproximar posturas, tal y como se ha hecho ante otros posibles conflictos (ayer mismo ante el de seguridad del aeropuerto de Eivissa). En este punto, no se oculta la participación que este departamento ha tenido ya en la negociación de los convenios de comercio o de hostelería.

Prioridades en la huelga

De momento, los sindicatos lanzan una advertencia: los aeropuertos de Balears van a ser el objetivo prioritario de los paros y será allí donde se van a planificar las concentraciones de trabajadores y la actuación de los piquetes.

En concreto, se destaca la posibilidad de pedir a todos los empleados del sector que se sumen a los paros, independientemente del centro donde desarrollen su labor, que se concentren en los aeropuertos en momentos determinados, de forma que la protesta sea lo más visible posible y su impacto sea elevado ante la opinión pública, aprovechando que se está en el punto álgido de la temporada turística.