La ministra de Turismo de Pedro Sánchez, Reyes Maroto, se encontró ayer de lleno en su visita a Mallorca con el rechazo político y empresarial a los actos de protesta contra el turismo de este pasado fin de semana. Sin embargo, mientras partidos y sector turístico convertían en protagonistas de la actualidad política las acciones contra el turismo como fueron la concentración en Son Sant Joan y las pintadas en hoteles del centro de Palmapintadas en hoteles del centro de Palma, la ministra quitó hierro al asunto recordando que se trata de "casos muy puntuales".

En su visita a la isla, en la que se reunió con representantes del sector, la ministra Maroto no dedicó más de un minuto a hablar del hartazgo de algunos ciudadanos con la saturación y sus efectos, y prefirió destacar que 2018 volverá a ser un año récord a pesar de la recuperación de mercados competidores del Mediterráneo.

Aunque la ministra reconoció su "preocupación" por los hechos, pasó de puntillas por las protestas en el aeropuerto o las pintadas en algunos hoteles, hechos que no es la primera vez que ocurren. "Más 30 millones de turistas no vendrían a España si no fuera un país seguro", afirmó la ministra, que añadió que "la seguridad y la calidad son muy importantes para que sigamos siendo líderes". Aun así indicó la necesidad de "trabajar para que estos casos puntuales no se extiendan".

A pesar del intento de la titular de Turismo de restar importancia a las protestas por la saturación, lo cierto es que éstas protagonizaron la jornada de ayer, en la que el debate público estuvo marcado por la condena unánime por parte de los partidos, con matices, a los actos del fin de semana.

De este modo, mientras la ministra minizaba los hechos por ser "casos muy puntuales", los hoteleros alertaron de que aunque solo se trate de "pequeños grupos antiturísticos", el alcance de estas protestas puede ser "internacional". Después de reunirse con la ministra, la presidenta de la Federación Hotelera, María Frontera, reclamó a las administraciones "cuidar" la imagen de las islas como destino y tomar "las medidas adecuadas para que no se repitan".

Después de que el alcalde de Palma, Antoni Noguera, ya tildara este fin de semana a través de redes sociales de "reprobables" estas acciones, el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento anunció que prepara una declaración institucional para su aprobación en el pleno de la semana que viene en la que se rechaza de forma contundente las actuaciones contra el turismo realizadas por grupos como Arran y colectivos como Ciutat per qui l'habita. A pesar de la condena en redes de Noguera, la portavoz de los populares en Cort, Margalida Durán, lamentó que el alcalde aún no se haya pronunciado "de forma contundente" contra estas actuaciones, por lo que pretenden que lo haga el pleno de la institución municipal.

Un objetivo similar persigue Ciudadanos también con una declaración institucional pero que propondrán al resto de partidos en el Parlament, según anunció ayer el portavoz del partido de Albert Rivera en Balears, Xavier Pericay. Según Pericay, las protestas de este fin de semana suponen "un punto de inflexión" y reclamó una condena "sin medias tintas"."Acto de vandalismo"

Quien se expresó ayer también con dureza sobre la protesta en Son Sant Joan y, especialmente, sobre las pintadas en hoteles del centro de Palma, fue el líder de El Pi, Jaume Font. El portavoz regionalista preguntó a los manifestantes del aeropuerto "cuál es su alternativa" y, como el resto de partidos de la oposición, lamentó que el Govern "no haya sido contundente" condenando los actos. "¡Que se vayan a pintar y a ensuciar a su casa!", espetó Jaume Font.

"Si no vivimos del turismo, ¿de qué vivimos? Que se lo expliquen a los 300.000 trabajadores, sin contar los indirectos, que dependen del turismo", preguntó Font, que definió las protestas de "irresponsabilidad" y que las atribuyó a "que no se hayan regulado determinadas cuestiones", entre las que citó el todo incluido o los rent a car. "Llegamos a final de legislatura y para nosotros es una decepción brutal", zanjó.

Més, el partido de la vicepresidenta y consellera de Turismo del Govern, Bel Busquets, apuntaló la respuesta de su líder, definiendo las declaraciones del popular Pablo Casado de suspender la libre circulación de personas en la Unión Europea como "el principal acto de turismofobia de este fin de semana". Su portavoz, Josep Ferrà, tildó de "incendiarias" las palabras de Casado y alertó de que "ponen en peligro el modelo turístico, tanto el del PP como el que perseguimos nosotros". Por ello, Ferrà reclamó al PP balear que "se manifieste sobre las declaraciones de Schengen"

Sobre las protestas de Son Sant Joan y las pintadas en el centro de Palma, el portavoz de Més destacó que la manifestación en el aeropuerto fue "pacífica" pero condenó las pintadas "como siempre hemos condenado cualquier acto de vandalismo", zanjó Ferrà.