La ONU ha aprobado el pacto mundial de la migración después de dos años de negociaciones. El acuerdo recoge principios básicos reguladores y 23 objetivos para la reglamentación del fenómeno migratorio. El texto se aprobó el pasado viernes 13 de julio en la cumbre mundial de la ONU en Nueva York, con la participación de 192 países -exceptuando a Estados Unidos que se retiró del pacto en diciembre.

De entre los objetivos, destaca la prohibición de la detención de los niños migrantes aunque, así como ha explicado la profesora de Derecho Internacional de la UIB Valentina Milano, "la mayoría de estados no están preparados", por lo que el objetivo es "llegar a la prohibición cuanto antes", y ahora utilizarla como último recurso.

El pacto se adoptará el diez de diciembre en una conferencia prevista en Marrakech "al más alto nivel". Milano, que asistió a la cumbre de la ONU, ha explicado que no es un tratado, sino "un texto híbrido, un convenio no vinculante", donde lo importante es la voluntad política de los estados.

Tal y como ha explicado la docente de la UIB, el acuerdo es el primer marco internacional de la migración. Hasta ahora existía el convenio de los derechos humanos de los migrantes, pero el texto actual aborda todos los ámbitos, con un enfoque en el género -la condición de la mujer para darle protección-, las necesidades de los niños y en los propios derechos humanos.

Entre los 23 objetivos, también se ha enfatizado el compromiso de salvar vidas, con la cooperación entre países para su cumplimiento, además de la aplicación del pacto a los migrantes regulares e irregulares, con la obligación de dar servicios básicos a todos. Otro acuerdo es el aumento de la cooperación para el desarrollo de los países de origen, para así evitar "la degradación de las crisis humanitarias". La profesora Milano también ha destacado el primer punto del texto, que trata la obtención de datos claros del fenómeno migratorio para evitar la manipulación, además de la lucha contra el racismo y el discurso del odio en los medios de comunicación y en el discurso político.

El pacto mundial de la migración, donde no se incluye a los refugiados -son objeto de otro acuerdo en proceso de aprobación-, ha sido el resultado de una larga negociación en la que ha habido dos posiciones diferenciadas, así como ha explicado la profesora de la UIB. Por un lado, los países de origen de las migraciones, y por el otro países como los de la UE, con "una visión más cerrada", aunque se ha llegado a "un acuerdo ambicioso y multilateral" que quiere "fomentar la positividad de la migración".

Milano ha explicado que Hungría y Singapur han sido los países que han mostrado un mayor escepticismo con el pacto, "llegando a plantearse abandonar el acuerdo". Los dos estados no han garantizado aún su posición favorable al pacto hasta su aprobación en la cumbre de Marrakech.

La UIB, con la representación de Valentina Milano, ha podido manifestar su posición contraria con, por ejemplo, la detención de los niños migrantes, en las reuniones colaterales sobre las diferentes temáticas.

De esta manera, tal y como ha dicho el decano de la facultad de derecho Francisco López-Simó, "la UIB entra en su proceso de internacionalizar sus actividades académicas". Ahora, el centro universitario tiene un convenio de prácticas de sus alumnos con el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, además de participar en una convención en Viena para "unificar el derecho mercantil internacional".